La Virgen del Rosario de San Vicente recorrió su feligresía resplandeciente tras su restauración

Fco Javier Montiel. La hermandad de las Siete Palabras realizó, en la tarde del 1 de noviembre, festividad de todos los Santos, la tradicional procesión con su titular gloriosa, la Virgen del Rosario.

Fue una oportunidad magnífica para contemplar la bella imagen de María Santísima del Rosario en su trono, tras un grandísimo trabajo de restauración realizado hace poco más de un mes por Pedro Manzano en su taller.

La Virgen del Rosario iba bellamente vestida por Joaquín Gómez Serrano. Situada sobre la espléndida peana de madera tallada y dorada, ejecutada por Juan José Villarica Hurtado de Mendoza en 1814.

El Juego de orfebrería, ráfagas, coronas y media luna, fueron realizados por José de Guzmán entre 1778 y 1780. El cetro de la Virgen es obra anterior. Todo el conjunto restaurado recientemente por Orfebrería Andaluza.

Lucía la saya de raso blanco bordado en oro fino a realce, que en 1863 ejecutara el prestigioso diseñador y bordador Manuel María Ariza y Campelo. Una saya que presenta unas características que la hacen única en su género. Lo que más llama la atención es la hermosísima rosa a realce que ocupa su centro, un prodigio del bordado, teniendo en cuenta sobre todo la fecha en que se ejecutó. Otro elemento digno de atención es la malla de hilo de oro colocada entre el soporte y las piezas bordadas, que solo se une con el raso precisamente en los distintos elementos vegetales y florales que componen el dibujo.

El manto estrenado en su salida procesional del 1 de noviembre de 1863 y que en la actualidad saca Nuestra señora de la Cabeza cada Miércoles Santo, bordado por el mismo autor de la saya, en oro fino a realce sobre terciopelo de color burdeos, en la actualidad. La pieza se concibe con una doble greca perimetral, la exterior de menor formato, siendo la interior formada por motivos vegetales y florales entrelazados. El centro contiene un tachonado de flores, distinguiéndose dos tipos: rosas y lirios. Teniendo una última restauración en el año 2001 por los talleres de Fernández y Enríquez.

El Niño Jesús, vestía traje de raso blanco bordado en oro fino a realce, ejecutado por Manuel María Ariza Campelo en 1863. Recientemente ha sido restaurado por el taller de CYRTA, especializado en la conservación y restauración de tejidos antiguos, recuperando todo su esplendor.

El cortejo estaba formado por cruz parroquial, hermanos de luz, estandartes de las hermandades de la feligresía que acompañaban en el cortejo, presidencia y paso de la Virgen. Tras la titular del Rosario ibá, como es tradicional, la Banda de música del “Maestro Tejera” y abriendo paso delante de la cruz de guía, por primera vez en la procesión, la Banda de cornetas y tambores “Esencia”.

El cortejo recorrió el siguiente itinerario: Cardenal Cisneros, Alfaqueque, Goles, Puerta Real, haciendo estación en la capilla de la Nuestra Señora de las Mercedes, Alfonso XII, Gravina, Pedro del Toro, Bailén, Miguel de Carvajal, Plaza del Museo (lado Museo de Bellas Artes), haciendo estación en la capilla de la hermandad del Stmo. Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de las Aguas, Plaza del Museo, Monsalves, Almirante Ulloa, Alfonso XII, Santa Vicenta María, Virgen de los Buenos Libros, Cardenal Cisneros y entrada. Teniendo la entrada sobre las 21,40 horas.

Fotos: Fco Javier Montiel/Andrés Moñino José.