Gracias romera. Antonio Sánchez Carrasco

Podría llamarse Mayka. Podría tener el ADN sanluqueño y la vida hecha en el corazón de Triana. Entre el Oliva y el Cibeles y cerca, muy cerquita de donde nació mi padre, y donde años después vino a tener su casa la Chiquitita de Triana.

El año pasado mientras mi rodilla estaba abierta en canal, Ella me hizo el favor de llevarse mi medalla en el camino que anduvo con Triana hasta el Rocío.

En su casa la devoción está repartida entre la Virgen del Rocío y la Virgen de Luna, patrona de Escacena del Campo, de donde es Pepe, su marido.

Aunque la inercia de las carretas les ha llevado unos cuantos de años a irse detrás de su Milagrosa Vecina.

El lunes cuando más llovía por Sevilla, me llegó un mensaje suyo al whatsapp. Buenas. Estasss????. Cógelo y calla.

Al instante una videollamada. Y en la pantalla de mi teléfono apareció la carreta de mis sueños. Aquella carreta que con este año serán dos, sin verla, en las calles. De los nervios no conseguí hacerle una captura de pantalla a aquel regalo que mi amiga Mayka me estaba haciendo llegar hasta mi casa.

Al rato me mandó la foto que ilustra estas letras. Gracias Romera y que la Virgen del Rocío os proteja siempre. Este año nos aferraremos a las medallas y a los recuerdos y cuando el movimiento sea libre entre provincias habrá que ir a la Virgen de la mirada gacha. Viva Tu y Viva la Blanca Paloma.

Foto: Mayka Quintero.