Este es el cartel de Nuria Barrera para la Hermandad del Rocío de Huelva

Arte Sacro. La Hermandad del Rocío de Huelva presentó ayer en su capilla, a puerta cerrada, el cartel anunciador de Pentecostés 2020, obra realizada por la artista Nuria Barrera, acto que se retransmitió por las redes sociales de la Hermandad.

Aunque Nuria no pudo estar presente en el acto, sí dedicó por sus redes sociales unas palabras a los hermanos de la corporación:

Ante la imposibilidad de estar presente y acompañar a mi obra hoy en la ciudad de Huelva, me dirijo a todos vosotros por este medio para haceros llegar el mensaje del que va impregnado mi trabajo, que es anuncio de la próxima festividad de Pentecostés.

¿Quién nos iba a decir cuando el pasado año, un 5 de diciembre, visitaba vuestra casa y al Bendito Simpecado, con motivo de mi elección como cartelista de la Romería 2020, los acontecimientos serían los que son y nos veríamos privados de tantas cosas sencillas y a la vez tan valiosas….?

No cabía más gozo y satisfacción para mí, como artista y rociera poder anunciar en pinceladas vuestro camino, vuestra idiosincrasia, la belleza de vuestra llegada a la Aldea, vuestro encuentro ante la Santísima Virgen del Rocío. Todo eso unido al color y la magia de la pincelada darían como resultado un cartel que quedará guardado si Dios quiere para el próximo año 2021.

La ausencia de camino, de romería y presentación ante la Virgen del Rocío y el Pastorcito Divino no significa que no vivamos estos días, si cabe aún, con más fe y devoción. Porque el Espíritu Santo llegará y como cristianos lo celebraremos. La suma de estas circunstancias y los sentimientos provocados ante los sucesos vividos, me han llevado a haceros este pequeño homenaje, hecho cartel, anuncio de ese Rocío de Luz que llegará.

La obra

La composición de la obra es triangular, proporción divina, figura geométrica que corresponde al número 3 y a la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

En el vértice superior la paloma en movimiento, bate sus alas, con un mensaje de nueva vida en su llegada, al derramar su gracia sobre nosotros.

Como base todo aquello que quedó preparado, un altar de fervor, un bodegón montado con mimo los días previos a cada salida, que acompaña en cada camino y sabe de promesas y oraciones de gratitud, y que sueñan con ese próximo año. La chaquetilla blanca, que quedará como un lienzo en blanco, sin teñirse de la pátina del polvo, el pañuelo anudado a la cintura, o el de hierbas que protege de la nube que dibujan en su recorrido pasos de romeros, caballistas y carros que acompañan la carroza del Simpecado.

Mantoncillos y flores del campo que embellecen a las mujeres en el camino. El sombrero que remata la estilizada imagen del caballista, que prende del mismo su cinta blanca y azul cada año. Prendido de él, un lazo negro, recuerdo de los días de luto que estamos viviendo ante tantos españoles fallecidos.

Prendido del cuello de todos, la medalla, representación máxima y seña de identidad de cada hermano, que se lleva en el corazón junto al recuerdo, en esa foto que de una manera u otra guardamos en algún rincón de casa, mesa de trabajo o en la cartera.

Todo esto sobre un fondo dorado, un camino de Luz y Esperanza, huérfano de su gente de Huelva que no olvida a todos y cada uno de los difuntos, rocieros del mundo, que se ha llevado esta pandemia y que Huelva les reza en esa encina cada año.

¡¡¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO Y VIVA LA HERMANDAD DE HUELVA!!!!