LXX Aniversario del voto de la Realeza

Arte Sacro. Tras la Proclamación Dogmática de la Asunción de Nuestra Señora, el día 1 de noviembre de 1950, y la celebración de la procesión extraordinaria conmemorativa organizada por el Cardenal Segura el día 12 del mismo mes y año, bullía en los corazones de los hermanos de la Primitiva y Real Hermandad de la Divina Pastora el deseo de ser, una vez más, pioneros en la proclamación y defensa de las creencias piadosas sobre la Bienaventurada Virgen María, a la que, una vez declarada Asunta en Cuerpo y Alma, bajo título de dogma, faltaba por aclamar como Emperatriz de los Cielos y la Tierra, siendo Reina junto a Cristo, Rey del Universo.

Así, bajo los auspicios de su Consultor Canónico, don José Sebastián y Bandarán, celebró Cabildo de Oficiales Ordinario el día 24 de noviembre, en el transcurso de la solemne novena en honor de la Divina Pastora. Atendiendo a los deseos fervientes de los hermanos del Rebaño, propuso llevar a cabo la Proclamación del Voto de la Realeza Universal de Nuestra Señora durante la Función Principal de Instituto que habría de tener lugar tan sólo dos días más tarde. El propio canónigo compuso y leyó la formula del Voto, que fue pronunciada en dicha ceremonia celebrada en la iglesia de San Martín de Tours, sede por entonces de la Hermandad, cumpliéndose el 26 de noviembre, el aniversario de aquella celebración histórica, a la que acudió una veintena de hermandades de la Ciudad y de la Archidiócesis.

Tuvieron que pasar cuatro años para que el Papa Pío XII, en lógica consecuencia de la Asunción Corporal al Cielo de la Bienaventurada Virgen María, instituyera mediante la Encíclica “Ad Caeli Reginam”, de 11 de octubre de 1954, la fiesta de la Realeza Universal de Nuestra Señora, declarando como verdad la piadosa creencia popular demostrada por los fieles a lo largo de la historia y recogida por el Magisterio de la Iglesia. Fue la Primitiva Hermandad la que, antes que ninguna otra, vino a pronunciar dicho Voto, circunstancia ésta que adorna el ya de por sí rico y hondo dechado de privilegios marianos que adornan su historia más de veces centenaria.

Fotos: El Preste blog/Archivo Hermandad.