Su primer ruán. Antonio Sánchez Carrasco

Curro llega a los 15 años y aunque la noche sea como quiera ser, hoy viste su primer ruán. El ruán del carbonero de San Lorenzo. El ruán del Dios dolorido de los viernes del año. Curro lo sabe ese Cristo es Dios vivo y si hay que vestirse para mojarse y no salir o para salir y no mojarse da igual, se está revistiendo de la Santidad del Dios de la Ciudad.

Pasan las horas esperando que llegue a la calle Curtidurías para ver cómo pasa esa sombra negra que es un nazareno.

Su tía y yo nos emocionamos al verlo pasar, a sentir el cariño que va impregnado en ese niño tímido e inteligente, que ha aceptado el camino de la Fe en el Cristo de las latas de membrillo. En el Señor de su abuela Lola, aquella que cruzaba desde la calle Santa Clara a la Plaza de San Lorenzo por delante de donde estaba aquel Señor que curaba los resfriados con sólo rezarle. A su Tía y a mí cuando Dios no nos dió hijos la Virgen nos dió tres sobrinos preciosos. Y mientras espero ver pasar a uno de ellos me llena el alma de satisfacción saber que el ruán del Dios de los espacios infinitos seguirá unido a mi querido Curro desde esta noche hasta que ya no estemos aquí para verlo pasar como una sombra negra en la madrugada.

#ElRuandeCurro

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.