No nos dejaron estar en la Catedral por no tener,... ¿la tarjeta roja?

Daniel García Acevedo. Ya están aquí los niños bielorrusos. Pero, desgraciadamente, ustedes no van a tener la posibilidad de conocer y ver gráficamente lo que ocurrió el pasado miércoles en el acto de bienvenida que se celebró en la Catedral con la presencia del cardenal Amigo Vallejo, únicamente les podemos ofrecer estas dos primeras fotos.

Me explico. Los fieles seguidores de Arte Sacro se acordaran que en años anteriores hemos cubierto este acto mostrándoles un amplio repertorio de fotos (abajo ponemos algunas) y narrándoles con mucho gusto este entrañable momento que se organiza para acoger a estos niños. Pues bien, cual es nuestra sorpresa que este año, por lo visto, había que estar acreditados para poder desempeñar esta labor.

Después de pasar hasta por tres controles de guardias de seguridad privada de la Catedral y mostrarles nuestro pase de prensa llegamos hasta el lugar donde nos ponemos para cubrir este acto, junto a una columna que hay al lado del altar del jubileo, donde no se tapa la visión de nadie, donde estaban el resto de los fotógrafos y periodistas, y desde el mismo lugar en el que los dos años anteriores habíamos realizado el reportaje.

Unos minutos antes de comenzar el acto se nos acercó una señora o señorita que hablaba en nombre de la Catedral, la cual nos pidió una tarjeta roja. Como no lo teníamos nos invitó a realizar nuestro trabajo desde un lugar esquinado, alejado y tapado por todos los asistentes al cual nos negamos, por respeto a ustedes, ya que las fotos que podríamos haberles ofrecido, hubiesen dejado mucho que desear. Está claro, no hace falta decir “vete”, para echar a alguien. Esta señora o señorita no quiso identificarse cuando le preguntamos su nombre, nos dijo que no tenía porqué decirlo. Le argumentamos que nunca habíamos tenido problemas los dos años anteriores respondiéndonos que para cualquier acto en la Catedral había que acreditarse. En coronaciones canónicas, pregones de glorias y otro tipo de actos como el que nos ocupaba, siempre hemos entrado con el pase de prensa y nunca nos han puesto impedimentos, ni a nosotros ni a los demás compañeros, ustedes lo saben por los reportajes que les hemos venido ofreciendo. También nos dijo que ella llevaba 15 años allí, pues nosotros es la primera vez que nos la encontramos, afortunadamente, con lo cual nos preguntamos, señora, ¿dónde ha estado las anteriores veces que nosotros hemos asistido a eventos en la Catedral? Ayer realizó “muy bien” su trabajo pero en las anteriores ocasiones, su labor ha dejado mucho que desear, puesto que nadie nos impidió llevarles a ustedes la información de ese día. Al revés, todo fueron atenciones para con nosotros, a las cuales y desde aquí queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento.

En fin, al final la tarde perdida y nuestros lectores, como siempre, los más perjudicados por culpa de una decisión totalmente injustificada. Por cierto, las fotos que ilustran este reportaje son de los dos años anteriores y de otras ocasiones que, como muestra y para que vea esta señora que no le estamos mintiendo, las hicimos sin estar acreditados.

Año 2005: