Provincia. Crónica gráfica: Tercer día de la Festividad de la Hermandad de la Soledad de Albaida del Aljarafe

José Ramón Rodríguez García. El pasado Lunes día 6 de Septiembre, se celebró la tradicional Romería de la Hermandad de la Soledad al Santuario de Nuestra Señora de Loreto, en la localidad de Espartinas. Los cohetes a las seis de la mañana fueron anunciando la llegada de uno de los días grandes de Albaida. A las siete y media de la mañana la bella carreta del simpecado entró en la plaza y entre los sones de vítores y palmas y ante la imagen de María Santísima de los Dolores en su Soledad, quedo el simpecado entronizado en su carreta.

Las calles estaban abarrotadas de soleanos que acompañaron a la carreta entre sones de sevillanas, alegría y buen ambiente. La comitiva romera, la más numerosa en el pueblo, estaba formada por 10 charrets y 39 tractores que repletos de soleanos se encaminaban hacia la ermita del Loreto.

La romería pasó por la localidad de Olivares y Villanueva del Ariscal, donde la Hermandad de la Inmaculada Concepción recibió a la carreta con el canto de la salve y un ramo de flores.

Sobre las once de la mañana la romería llegó a la ermita y acto seguido, a las doce de la mañana, las campanas del Loreto anunciaban la misa de romeros, que este año guardaba especial importancia por la celebración del 35 aniversario de la romería. La misa estuvo cantada por el coro flamenco de la hermandad, que estreno nuevas canciones y dedico en la comunión una sevillana alusiva a los 35 años de camino.

Durante el resto del mediodía siguió la fiesta y la alegría en los aledaños del Santuario. Pasadas las cinco de la tarde, la romería emprendió su camino de vuelta al pueblo. A la llegada de la romería a la localidad de Olivares, acompañó la Banda Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Palma del Condado. Sobre las 10 de la noche, la romería entró en el pueblo y tras su paso por las principales calles, llegó a las puertas del Oratorio, donde se puso fin a la romería, tras la Ofrenda Floral que realizaron los Soleanos y el estruendo de Centenares de cohetes, que daban fe que había concluido un día donde reino la felicidad, organización, alegría y orgullo soleano un año más.

Fotos: José Ramón Rodríguez García