Terminado el dorado y enriquecido del puñal más antiguo de la Virgen de los Dolores del Cerro

Arte Sacro. Hace escasos días han concluido los trabajos de dorado y enriquecimiento del puñal más antiguo del ajuar de Nuestra Señora de los Dolores de la Hermandad del Cerro, una hermosa pieza de orfebrería, realizada en plata sobredorada, obra del prestigioso orfebre Manuel Seco Velasco. Con unas medidas de 13 por 18 cm., fue adquirido por la hermandad en agosto de 1960, estrenándose en los cultos de septiembre de dicho año.

En las últimas semanas, el puñal ha sido chapado en oro y enriquecido por el reconocido joyero Lucio Rodríguez (Joyería El Toisón), con dos piezas de plata también chapadas en oro y pedrería de circonitas. Además, se le han engastado cuatro piezas antiguas del ajuar de la Santísima Virgen, procedentes de sendas donaciones de devotas: en el centro, un pendiente de oro blanco con seis unidades de crisopás de color verde y circonitas de talla romboide; en la parte superior, un anillo de oro con ambligonita verde, y en los extremos sendos anillos de oro y perlas blancas. Asimismo, se han engastado en los extremos las lágrimas de unos pendientes realizados en oro con zafiros blancos de talla antigua, donados por el hermano Francisco García Giráldez, hermano mayor que fuera de la hermandad entre 1982 y 1986.

De inspiración neobarroca, destacan en el puñal su empuñadura calada y su profundo cincelado. En su diseño, el autor no se apartó del de otros puñales que había ejecutado en la década anterior, aunque en este abandonó el repertorio plateresco para adoptar plenamente una base ornamental dieciochesca. Así, tanto el travesaño como el mango superior se resuelven de igual manera, a base de veneras cinceladas que son perfiladas por tornapuntas que confluyen en un remate en forma de arco semicircular, cubierto con hojas radiales, que nacen de una flor y que generan un diseño a manera de abanico. El crucero está planteado con un diseño simétrico, con cuatro veneras dispuestas en cruz que parten de un tondo central, con tornapuntas vegetales en los ángulos. Finalmente, la hoja de la daga presenta el último tramo calado en forma de cadenetas florales entre hojillas.

Foto: Hermandad.