Lo del Congreso..., y tal. Antonio Sánchez Carrasco

Ya he desistido de que alguien me explique por qué hacemos el segundo Congreso cuando debería de ser el quinto. Pero lo de organizar una procesión sin tener el ok del Consistorio es como quedar para jugar en el Kendall sin alquilar la pista, como hacer el día mundial del Chicharrón sin hablar con Roiz ni con Cabo, como organizar un october fest en el Charco la Pava patrocinado por Mahou.

A veces es complicado ser más ácido en estas letras porque al fin y al cabo no me sale ser malo y mira que en esta Ciudad los destripadores sacros con pseudónimo son la leche de respetados, pero yo pienso en gente que está tratando de organizar una procesión que no tenía los permisos, que estaban quitándose horas de su vida por ayudar a la Ciudad y no me sale destripar a nadie. Por eso propongo Magna Clandestina.

Para aquellos que quieren ver los ocho pasos que queríamos ver por las inseguras calles sevillanas. Esas calles que no son seguras por anchura y espacio, con lo fácil que hubiera sido organizarlo por Sierpes y Campana, bastante más anchas y seguras.

Salir sin que nadie se entere en esos días que poca gente andará por la calle..., evidentemente estoy de broma, pero es que al ver la pintada de la foto que acompaña estas letras me vino esa imagen y la verdad sería un número curioso. Al final andaba por el Moscú sevillano y como era sábado me acerqué a donde mora la Esperanza. Allí en su camarín la ves a la vez en los dos perfiles y te das cuenta de que llegar hasta allí es encontrar lo que todo el mundo busca en su vida. Tener Esperanza, esa sensación de que la vida puede ir a mejor y que las nubes negras terminarán disipándose y mira que es estrecho el camarín, espero que el Sainete del Congreso tenga Happy end, que tampoco soy yo quien para desear mal a nadie y menos a mí Ciudad. ¡Ea, condió!.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.