III edición del libro “Los tesoros perdidos de la Semana Santa de Sevilla”

Arte Sacro. Pocos libros en la actualidad editorial de nuestra Semana Santa pueden alardear de conseguir una tercera edición en tan poco tiempo, si bien este de “Los tesoros perdidos de la Semana Santa de Sevilla”, paliado por la editorial Alfar, lo ha logrado gracias al interés que desde su aparición, en 2013, suscitó entre la bibliografía cofrade sevillana.

Con prólogos de José Roda Peña y Carlos López Bravo, en su primera y segunda edición respectivamente, es ahora Santiago Álvarez Ortega, Teniente de Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena (cofradía esta que ocupa la portada) quien viene a avalar al libro y al autor, amén de protagonizar la presentación del texto el mismo Director del Boletín de las Cofradías de Sevilla, Rafael Jiménez Sampedro.

Ya desde aquel momento de 2013 en que daba a luz este libro, se anunciaba que, a pesar de la inflación de publicaciones que nos pudieran hacer pensar que todo ya estaba escrito en el mundo de nuestra Semana Santa, esta constituía una investigación novedosa en cuanto a la temática, el contenido, el tratamiento y la presentación, constituyendo una obra de máximo interés entre la literatura cofrade de nuestros días, como así lo viene a corroborar esta tercera edición que ahora ve la luz. Y es que no son muchos los libros de nuestra literatura cofrade los que, ni en el pasado ni en nuestros días, han logrado alcanza una tercera edición, lo cual no deja de responder al interés suscitado ante una temática tan singular y esperada por tantos.

Sin duda, este libro había pasado por la mente de muchos cofrades e investigadores, si bien casi todos teníamos esa docena de tesoros perdidos que recordábamos, bien porque los conocimos entre el patrimonio de nuestras cofradías sevillanas o bien porque nos lo contaron nuestros mayores o leímos de algún que otro artículo publicado, pero jamás pensamos que se pudieran llegar a reunir las más de ciento cincuenta piezas que ha conseguido aunar este libro, que sin duda pasa por ser uno de los textos que perdurarán en la historia de la Semana Santa de Sevilla, porque es parte viva de la misma.

Imaginería, orfebrería, pasos, insignias y un largo etcétera de enseres que pertenecieron al patrimonio de nuestras hermandades y que, por diversas motivaciones a lo largo de la historia se vendieron, hoy se encuentran localizados  repartidos por diferentes puntos de la geografía nacional. Así surgió esta obra con la intención de presentar una primera catalogación de una actitud que ha ido indisolublemente unida a las hermandades y cofradías sevillanas desde sus orígenes, y que, lejos de tratarse de una práctica trasnochada, perdura en la actualidad.

Por todo ello, quienes piensen que todas las Semanas Santas son iguales encontrarán en las páginas de este libro numerosos argumentos que les conducirán a pensar lo contrario. Nuestras hermandades permanecen vivas y en continua evolución; algo inherente desde sus propios orígenes, en un continuo afán de superación y renovación.

Además del formidable trabajo de campo realizado por el autor, acercándose a las mismas fuentes a través de los numerosos cofrades que conoce en los cuatro puntos cardinales del país, ha utilizado también una extensa bibliografía y consultado diferentes fuentes de hemeroteca, todo lo cual ha contribuido a dotar la obra de mayor rigor científico, logrando completar un vacío en la amplia bibliografía relacionada con nuestras hermandades. Resulta inexplicable, con nuestra visión actual, que la mayoría de las ventas o cesiones de todos estos enseres no merecieran siquiera ser reflejadas en los libros de actas de nuestras corporaciones, lo que ha dificultado en gran medida la labor de investigación desarrollada para la elaboración de los textos, aunque es por eso precisamente por lo que también les imprime un valor singular e inédito.

Sin lugar a dudas, este libro le correspondía a nuestro amigo Enrique Guevara; primero por su conocido y codiciado archivo personal sobre la Semana Santa española en su conjunto, que aúna más de diez mil títulos de toda nuestra geografía cofrade; y segundo, porque ha demostrado, desde hace años, sobradamente su amor y conocimiento hacia las hermandades sevillanas.