Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • sábado, 18 de mayo de 2024
  • faltan 330 días para el Domingo de Ramos

La Lotería y las Cofradías. Mariano López Montes


Dedicado a Emilio Pozuelo y  a todos los Mayordomos que  siguen trabajando y creyendo en este juego.

Sí quiero tener un cariñoso recuerdo a Emilio Pozuelo, que nos dejo hace pocos días, no era un personaje conocido dentro del ámbito cofrade, era el marido de Clemencia Mejías, aquella señora anónima que durante años desde su ventana de la calle Feria vendía lotería de su hermandad de la Amargura, hace poco más de un año que se fue  y Emilio, su Emilio, se veía pasear por las calles de esta ciudad sin ser el de siempre.

Hace una semana ella lo llamó a su lado, porque ya se acercaba la fecha del sorteo eterno de este año y le faltaba un mozalbete como los de antes y el le daba el tipo, sí como los de antes, porque esto ha cambiado mucho, de esos que vemos en el NODO de la época con engominado peinado y ese traje azul con botones dorados un tanto castrense, de pajarita al cuello y de un estilismo intermedio entre un guardiamarina de San Fernando, un ordenanzas de aquellas antiguas Cortes, o tal vez de un portero pingüe del madrileño barrio de Salamanca.

Ella lo llamó y el se fue a su lado para repartir premios hechos de felicidad, amor y sobre todo salud para todos, ese bien que solo se pondera en su justa medida cuando falta, ese bien que últimamente fue precario para ellos. Emilio le dirá que no, con su humor socarrón, que tanto le gustaba; ¡Pues no ha cambiado nada el sorteo, ya el niño engominado casi no existe, lo normal ahora es que además de rarísimos estilismos en el peinado, los niños tengan antecedentes mayas, aztecas o incaicos; existen niñas con falditas de cuadro que son más altas en estatura que los niños y a veces te cantan los premios algún negrito proveniente del Senegal, aunque sean vecinos como nosotros de la misma Puerta Osario.!Ah y salen de nazarenos en San Benito, la O, o quizás en ese Silencio Blanco, tu hermandad y a la que dedicaste tanto años como lotera altruista desde tu reja de la calle Feria. Es que este mundo ha cambiado y es bueno que podamos caber todos!.

La Lotería de Navidad es ya un recurso cofrade, aceptado por propios y extraños, pasadas las calores del estío vuelven a florecer por los comercios de esta ciudad, las participaciones o papeletas en tiendas, bancos,  bares, etc. desde el centro a la periferia y detrás de ellas siempre existe un cofrade que las ofrece sabiendo que está colaborando con algo grande que en otro tiempo de primavera se convertirá o formará parte de la puesta en escena de algo tan nuestro como una cofradía en la calle.

Y nosotros al comprar alguna de estas participaciones además de tentar a la Diosa Fortuna para que alivie nuestras maltrechas economías, sabemos que por otra parte con nuestra pequeña aportación estamos colaborando a algo real y que ocurre todos los años en la Semana Santa que vivimos desde niños y que creo que es por lo menos para mí nuestra mayor seña de identidad.

 Así pues esta limosna que especifica la papeleta y con el tiempo de incubación de tres o cuatro meses, se convertirá en cera para la candeleria, incienso, puro delicatesen de nuestro aire, flores o tal vez y siempre es necesario en salarios para nuestros artesanos que viven por y para esto, o quizás sea parte del escueto salario que cobra “el tío del trombón de vara” o la niña del clarinete que se lleva horas y horas tocando detrás de un palio de barrio.

Y en medio de toda esta vorágine de ilusión y transacción comercial la figura del Mayordomo, ese hombre serio y poderoso que antiguamente era el director y maestro de ceremonias de las hermandades y con la evolución de los tiempos ha perdido ese protagonismo, para convertirse en gestor y administrador de la política económica de estas asociaciones, como sería políticamente y socialmente más moderno, aunque quizás no mucho más correcto, estará actualmente haciendo cávalas de probabilidades  ¿y si toca? ¿y si me toca el reintegro y la gente no me viene a cobrar?, ¿cuánto me va a quedar para la salida?.

Bueno si toca el reintegro la verdad, la verdad, es que voy a aparecer poquito por aquí. Y ese tío que le di los talonarios y por arte de birlí y biloque, a veinticuatro horas del sorteo no aparece ni el tío, ni los talonarios y aun menos los hallares, ¿y si me han falsificado papeletas como ya paso hace años?. Cuantas preocupaciones para una sola persona en tan poco tiempo, cuantas puntadas sueltas para una mente tan racional, estructurada y como ahora se dice: bien amueblada del Mayordomo.

Y es que la Lotería de Navidad es para nuestras hermandades y cofradías como aquellos antiguos salvavidas del Titanic, no te salvaban la vida, sobre todo si las economías estaban tan  tiesas y frías como las aguas del atlántico, pero la verdad que algo si te aliviaban la vida.

Y esta noche todos los cofrades soñaremos igual que la inmensa mayoría de la gente que nos va a tocar el gordo, o algún otro que se ha puesto más a dieta, con eso del estilismo y que nos va a tocar encima en nuestra hermandad, que para eso ya compré las papeletas con tiempo. Pero mañana al amanecer, otro veintidós de Diciembre y escuchar la musiquilla machacona de los tenores, barítonos y sopranos “Ildefonsianos” como todos los años y como se dice por aquí abajo, “ni lo metío”.

Pero que un día más comprobaremos el dicho de desafortunados en el juego…………. Sí, porque comprobaremos que un año más estamos vivos, somos más o menos felices, y nuestros amigos Clemencia y Emilio han metido en su sorteo una papeleta premiada en Salud que es lo que realmente importa y que se van a esforzar todo lo que puedan para que nos toque. Ah y queda otro premio aún más grande y con el que no hemos contado y que cobrara realidad de “Premio Gordo” cuando al doblar cualquier esquina y casi de sopetón nos encontremos un nazareno de nuestra cofradía.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.