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Provincia. La Virgen de la Soledad de Alcalá del Río vestida en época estival


Antonio Rendón. Como suele ser habitual en las fechas de verano, muchas imágenes de Dolorosas se visten de blanco. Cada año marca la tradición oral que no escrita, las imágenes marianas de Sevilla y provincia se visten de blanco. Esto es así, cada verano aunque cada año puede adelantarse según se considera en el seno de cada Hermandad.

Lo que sí es cierto, es que si paseamos por las Iglesias de Sevilla y provincia, encontramos a la mayoría de imágenes de las dolorosas marianas, vestidas de blanco con algún otro detalle de color negro en algunos casos.

Para la época estival, la Santísima Virgen de los Dolores en su Soledad coronada de la ribereña localidad sevillana de Alcalá del Río, aparece ataviada con saya negra de terciopelo bordada en fino oro, y manto de terciopelo negro y bordados que pertenecieron al antiguo palio de viernes Santo, obras ambos de las Hermanas Antúnez. En su cintura, precioso cíngulo de maya de oro, y en su mano, pañuelo del mismo. Sobre el cíngulo, broche relicario de oro con apertura posterior con esmalte de esmeralda y brillantes que donaran los Marqueses de Pickman. En sus manos, corona de espinas de oro, rosario de plata bañado en oro con cruz, brazaletes, anillos de oro y piedras y cadena con moneda de oro de Carlos IV engarzada en brillantes del año 1805. Tocado de fino tul color marfil y en su pecho puñal de estilo barroco de plata con baño de oro en 1916, fino collar de perlas y brillantes regalo de una hermana y sobre su cabeza, aro de plata con baño de oro con 18 estrellas. La Virgen Santísima está escoltada por dos grandes ramos de flores de talco, realizado por el carpintero Andrés Martín Angulo, consejero de glorias saliente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

El Señor de la Misericordia en su Santo Entierro descansa sobre colchón y almohada en terciopelo y fina mantilla confeccionada en encaje de tipo bolillos de finales del siglo XVIII. 

Fotos: Antonio Rendón Domínguez.










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