Dia 40 de confinamiento. Los Calentitos del Centuria. Antonio Sánchez Carrasco

Ya desde hoy la cuarentena, hace honor a su nombre. Lo que empezó por catorce días siendo la línea necesaria para distanciarnos del Virus, ya va casi por el triple de lo que en un principio necesitábamos.

Llega el momento de la resilencia como ese concepto, término a mitad de camino entre resistencia y pestilencia y que en significado nos lleva a tratar de soportar todo lo que aún nos quede por vivir.

Tras echar de menos los abrazos y los besos de la familia y amigos, conforme pasan los días empezamos a echar de menos aquellos momentos de la vida cotidiana que sustentaban nuestro día a día.

Que si, que debe de haber 101.350 recetas sobre churros en youtube, pero sobre calentitos ni una y ya si es sobre los del Centuria ni os cuento. Que si. Yo también he sido siempre políglota y el hecho de entender que calentitos, churros, porras o tejeringos son algo muy parecido, me ha permitido desayunar en muchas zonas de la geografía patria con ese saborcillo tan agradable de la masa frita. Sin embargo a pesar de eso, ninguna receta lleva ese instante de acercarte a la barra, de dar los buenos días y de pedir una de calentitos y un café solo. Para José Antonio Zamora lo mismo pero con descafeinado de máquina y sentarnos al frescor de la mañana en una de esas mesas que hay días que debes de estar muy curtido en terrazas de bares para pillarla, y ver pasar Sevilla mientras desayunas para fotografiar el Jueves, una de esas ferias que quedan en Sevilla, afortunadamente sin rebujito.

Ese sabor a libertad, esa ensoñación de lo habitual, esos dedos brillantes con el primer sol de la mañana y ese café como lava ardiente, que se abre paso por la tráquea abajo sin banda de cruz de guía ni nada. El desayuno ideal de los jueves de Sevilla, las mañanas frescas acabar con alguna manguara de la Sierra de Huelva, manolita burracaca en el argot candelario, y seguir bajando por donde Regina hasta San Juan Bautista el de la Palma, pararte un segundo en la ventana, la iglesia aún está cerrada a esa hora.

Y adentrarte en ese territorio donde puedes encontrar desde un busto de Franco, a una postal del 29, pasando por una dalmática usada o un quimicefa “a estrenar”.

Todo hasta que llegue la hora de pisar el Vizcaíno y es que ¿que sería de esta ciudad sin sus horas?.

#FuerzaPacoRobles #FuerzaMartínCartaya

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.

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