La grandeza de una hermandad de barrio. Isidro Gonzalez. Revista diocesana "Iglesia en Sevilla"

Se acerca la Cuaresma y las hermandades de penitencia se encuentran en plena celebración de sus cultos solemnes, aún en esta situación de grave pandemia. Tras el acontecimiento que en 2017 supuso la coronación canónica de Nuestra Señora de la Salud, la hermandad de San Gonzalo continúa su siempre intensa vida ordinaria, afrontando, como todas las de la Archidiócesis, el segundo año sin poder realizar la estación de penitencia.

Según su hermano mayor, José Fernández López “estamos ante una corporación que supera con creces la cifra de 6000 hermanos, que se muestra viva y plena de ansias de seguir creciendo en la fe”. Al recordar el hito reciente que fue la coronación de Nuestra Señora de la Salud, que ha fomentado la ya intensa savia devota y cultual de la hermandad, señala que “las coronaciones de las imágenes marianas son un acontecimiento de gracia que revitaliza la vida de cualquier corporación, pero mucho más importante que lo corporativo es la intensificación de la vida espiritual”, y resalta que “todo el proceso de la coronación no ha hecho más que realzar los cultos tradicionales y los actos en honor de la Virgen de la Salud”.

Sobre la devoción a Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder ante Caifás, ahora que se aproximan los cultos cuaresmales en su honor, y en cuya función principal la hermandad realiza la pública protestación de fe, “cita anual de amor y devoción a nuestro titular y reafirmación del carácter cristiano que preside la vida de hermandad”, destaca también que “no ha hecho más que crecer en las últimas décadas”. Y esa devoción va unida indisolublemente a la expectación que el paso de misterio despierta todos los Lunes Santos. “Para constatarla sólo hay que acudir a la parroquia y observar la cantidad de devotos y hermanos que acuden a postrarse ante el Señor en petición de todo tipo de favores y amparos. Si a su lado está su bendita Madre que se advoca de la Salud, qué mejor lugar hay para esa oración que tanto reconforta el alma”.

La caridad y acción social son parcelas siempre importantes. El hermano mayor recuerda que se trata de “una de las señas de identidad de la hermandad desde su fundación, en el entorno de Triana y hacia diversas instituciones sociales de la iglesia con las que se colabora”. Entre ellas están la propia Iglesia diocesana, el COF de Triana, el Seminario metropolitano, los Servicios Asistenciales Vicencianos, etc. El pasado año 2020 han realizado una importante entrega de material sanitario y asistencial para la lucha contra la COVID 19, intensificando la labor de reparto de alimentos y participando en la iniciativa “Guiso solidario”, “repartiéndose más de 3500 menús entre familias necesitadas enviadas por las Cáritas de la antigua feligresía: la de San Joaquín, la de Santas Justa y Rufina y la propia de San Gonzalo; así como a través de nuestra hermandad”.

Nos acercamos por segundo año a una Semana Santa sin estaciones de penitencia. Para José Fernández “el Lunes Santo es un día tan bonito, tan de nuestro barrio, tan de nuestras vidas, que no poder disfrutarlo lastima los sentimientos y mucho”. San Gonzalo es una hermandad de barrio, con toda la grandeza que ello conlleva, y en sus largas filas nazarenas hay muchos niños de todas las edades y hermanos jóvenes y adultos que sueñan con vestir su túnica y acompañar al Señor y a la Virgen en ese camino de fe que es la estación de penitencia. “Tendremos que hacer un año más, un ejercicio de oración y de recuerdo. Pero estoy seguro de que, cuando Dios quiera, volveremos con la fuerza de siempre a cumplir nuestra anual estación a la Catedral de Sevilla”. Recemos porque esa manifestación tan singular de la religiosidad popular que son las cofradías en las calles vuelva a darnos ese goce tan especial para los sevillanos como es nuestra Semana Santa.

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Publicado en la revista diocesana «Iglesia en Sevilla» nº 274 - Edición del 7 de febrero de 2021

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