¡Que poquito queda! Profecía en el Barrio León. Alberto de Faría Serrano

Tú eres. Ya vencida la noche ya serás. Aparecerás entre una hilera mas blanca que verde de naranjos endulzando con tu sereno rostro el corazón entero de un barrio que nació por Ti y sigue creciendo por Ti. Comparecerás llevado por un halo espiritual intachable de unos hombres que hoy se anudan al cuello una corbata y no la faja. Proclamarás tu estirpe mesiánica desde la primera Estación. Porque sencillamente eres es el que eres, anudarás el cíngulo que te ata a nosotros. Por las esquinas se entrelazan las miradas de asombro con las oraciones silenciadas por el fervor. La expectación inusitada de un preludio de Pasión. La emoción Soberana de un barrio que desgrana pétalo a pétalo la flor de su devoción. El bello presagio de su profecía.

Siempre has sido y serás. Ya muy avanzada la mañana. Volverás a aparecer entre una hilera repleta  de inmaculados capirotes asombrando con tu apacible y venerable presencia, el alma entera de Sevilla que se postra ante tu Soberano Poder. Guiarás por San Jacinto la senda penitencial de creyentes jóvenes fortalecidos en la escuela del esparto y del costal. Proclamaras al Sol y al Orbe antes que a Califas, que eres el Hijo de Dios. Desafiarás las Escrituras que escribieron los de tu misma sangre. Porque Triana entera te trae acompasando tu Soberanía desde abajo, encandilaras Reyes Católicos abajo, el ánimo encendido que te maniata a nosotros. Por la esquina de Rioja y la Campana anochecerá por la guardabrisa celestial de tu misterio entre las nanas de oraciones y de promesas. La delicadeza desbordante de tu paso imponente en un Lunes Santo. La conmoción insondable, a cada chicotá y a cada marcha, de tu Soberana Majestad. Se hará realidad el sueño de su profecía. ¡Que poquito queda!

Foto: Juan Luis Barragán