Vive y deja vivir. Antonio Sánchez Carrasco

Ahora que hasta sonríen los incrédulos y se preparan para celebrar el nacimiento de alguien en quien no creen. Ahora que viene la época de los buenos deseos, porque nació para muchos el mejor de los nacidos y para otros la idea del bien común, de querer al prójimo como a ti mismo. Ahora que está sociedad nos aboca al yo, obviando el nosotros. Trato de entender Rocío porque te arrojaron pintura. Trato de comprender a quien ofende una imagen de la Virgen en medio del campo y debe de ser el verdejo que me traje de tierras de Castilla que a la vez que nubla, aviva el seso y busca soluciones que no vendrían sin el líquido elemento.

No soy de los que tratan de ver otra Guerra Civil, no sé si será una disputa entre pueblos o entre grupos del mismo pueblo, no lo sé, no tengo suficiente criterio para sacar conclusiones. Lo único que tengo claro que es una ofensa venga de donde venga. Para muchos será una simple estatua de piedra, y te lo dirán así, aunque realmente no lo piensen pues nadie tira un cubo de pintura para no ofender. La Virgen de piedra que allí se encuentra no deja de ser un símbolo, un símbolo de amor a la Virgen, de religiosidad, de amistad, de cariño al prójimo..., y es que seguimos pensando que lo individual debe de estar por encima de lo colectivo. El sábado terminó con la presentación del nuevo uniforme de la Banda de la Redención. Coto abierto para los ofensores de profesión y de redes. Da igual las horas de ensayo al año, dan igual los años de historia de la formación, todo da igual, ya solo importa si la chaqueta es de una manera o de otra, ya sólo falta hacer el manido chiste del conserje y otros parecidos. Vosotros  los de la armonía en la calle Santiago, oídos sordos y a seguir con la música, para loa del Señor y su Madre. Y terminas el domingo pensando si esto no lo has entendido para que te lo voy a explicar.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.