"María, Virgen del Carmen, madre de familia. Por la familia a María". Luis Quinteiro Fiuza, Obispo Promotor del Apostolado del Mar

Amplio en palabras, pero muy conciso en la idea, quisiera ser él lema que este año se nos presenta ante la fiesta de la Virgen del Carmen, Patrona y Madre a la que tanto miráis y suplicáis las gentes del mar: “María, Virgen del Carmen, Madre de familia. Por la familia a María”.

¿Por qué este lema? Este lema está directamente relacionado con el gran acontecimiento del verano que se celebra en la ciudad de Valencia: el V Encuentro Mundial de las Familias, presidido por el Santo Padre.

El Santo Padre viene a visitamos y a fortalecemos con su presencia, con su palabra y con su oración a todas las familias de España, para que nunca dejen de ser esa célula base en donde la sociedad esté afincada con firmeza.

Entre esas familias con las que el Santo Padre Benedicto XVI quiere encontrarse, estáis vosotras, las familias del mar. El Papa ya nos ha hablado a todas las familias: “El Papa os da las gracias, os expresa su gratitud porqué habéis dado Ja vida, porque queréis ayudar a esta vida que crece y así queréis construir un mundo humano, contribuyendo a un futuro mejor. Y no ló hacéis sólo dando la vida biológica, sino también comunicando el centro de la vida, dando a conocer a Jesús, introduciendo a vuestros hijos en el conocimiento de Jesús, en la amistad con Jesús “.

Hoy día parece existir un pesimismo peligroso al juzgar a la familia como si estuviese perdiendo su fortaleza o su auténtica identidad. Desde los distintos medios de comunicación social o en los variopintos ambientes en los que uno se encuentra sumergido en el día a día, no es extraño escuchar, de vez en cuando, opiniones o acontecimientos negativos relacionados con la familia.

Queridas gentes del mar, bien sabéis que la vida en el mar es difícil y dura, tanto para los que por vuestro trabajo os tenéis que zambullir mar adentro, como para los que desde la orilla experimentáis la soledad, al ver a ese ser querido que en barco se va alejando, poco a poco, navegando hacia un horizonte lejano. Verdaderamente, necesitáis familias firmes y seguras. Todos vosotros sois miembros de la Iglesia y discípulos de Jesucristo, pero si queréis ser fieles a su mensaje, necesitáis familias cristianas sólidas, capaces de sostenerse y levantarse ante las muchas dificultades con las que os encontráis. “...la Iglesia anima y guía a la familia cristiana al servicio del amor... la familia cristiana está insertada de tal forma en el misterio de la Iglesia que participa, a su manera, en la misión de salvación que es propia de la Iglesia” (Familiaris Consortio, 49).

Como Obispo Promotor del Apostolado del Mar, quiero destacar la labor que realizáis tantos trabajadores marineros en el día a día, después de largas horas o quizá largas estancias en el mar; así vais construyendo y sustentando vuestras casas en las cuales tenéis el más hermoso tesoro: a los vuestros. Por otra parte, quiero dirigirme, especialmente, a tantas esposas y madres de familia que ante la ausencia de los maridos en el mar, conducís a la familia, asumiendo las responsabilidades del hogar y de la educación de vuestros hijos.

Dura y complicada es la situación que soportáis, tantas veces, en vuestras casas las gentes de la mar. Duro el trabajo que vosotros hombres de familia lleváis a cabo en duras jornadas de trabajo agotador en las faenas del mar. Difícil, tantas veces, educar sin la ayuda inmediata de la figura del padre. Mirad a la Virgen, vuestra Patrona, Nuestra Señora del Carmen, que Ella renovará cada día vuestra ilusión.

Queridas madres y esposas de nuestros marineros, no decaigáis ante las dificultades de vuestro hogar. Aprended de la Virgen Madre. Aprended de Ella a educar a vuestros hijos en todos los aspectos que conforman a una persona.

Pido al Señor que vuestras familias sean auténticas educadoras de la fe en las que vuestros niños y vuestros jóvenes encuentren el camino seguro de la vida, bajo la guía y la protección del Señor y de la Virgen del Carmen. Ojalá que en el seno de vuestros hogares, de manera especial vosotras esposas y madres, seáis las primeras educadoras, las sembradoras de la semilla de la fe y de la devoción a la Virgen del Carmen en el corazón de vuestros hijos.

Que María, la Virgen del Carmen, Estrella del Mar, os proteja y ayude a todas las familias marineras.

Unidos en la oración, os saluda y bendice

Luis Quinteiro Fiuza
Obispo Promotor del Apostolado del Mar