Provincia. El barrio moronense de San Francisco contempló a su Virgen de los Remedios

Manuel Pinto Montero. Las puertas de la Iglesia de San Francisco de Morón de la Frontera se abrieron el pasado sábado, con algo de retraso debido a la inestabilidad del tiempo, para dar inicio a la gloriosa procesión de Nuestra Señora de los Remedios. Fue en el año 2009 cuando la Hermandad de Loreto decide procesionar a la Santísima Virgen recuperando una antigua procesión que se perdió al abandonar la imagen su Ermita en el año 1968. Un año después, el 8 de junio de 2010, el Arzobispado sevillano aprueba la incorporación como nueva titular de la popular Hermandad de Loreto.

Nuestra Señora de los Remedios, obra de Manuel Pineda Calderón del año 1938, paseó por las calles de su barrio sobre un sencillo paso donde destaca la peana de madera tallada y dorada. Alumbran a la imagen cuatro candelabros de guardabrisas en las esquinas. Las flores de tonos blancos exornaron el paso de la Virgen moronense.

Para esta gloriosa procesión la Virgen lució saya granate bordada y manto celeste de brocado. En su mano derecha portó cetro dorado, mientras que en la izquierda sostiene al Santísimo Niño que lució túnica blanca bordada. Sobre sus sienes porta corona dorada.

Muchas flores se lanzaron al paso de la Virgen por las calles de su feligresia, un barrio que se engalanó para recibirla. Emotivo fue el paso por la Plaza de los Remedios, donde antaño se levantaba su Ermita, aún hay personas que recuerdan el Templo en este enclave de Morón. Con paso largo los costaleros avanzaban mientras la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Encarnación de Osuna ponía sus notas tras el paso de la Santísima Virgen. Tras subir la engalanada calle Rinconada y Vereda Ancha la Virgen de los Remedios regresaba a su Templo de San Francisco donde sigue recibiendo las oraciones de su barrio que un día la tuvo como protectora.

Fotos: Manuel Pinto Montero.