Presentada por Fernando Mamolejo la corona de coronación de la Virgen de la Estrella de Toledo

Arte Sacro. La Hermandad de la Virgen de la Estrella vivió anoche uno de los actos más emotivos de su historia, la presentación de la corona realizada por el orfebre Fernando Marmolejo con motivo de la coronación canónica de esta devoción toledana que se celebrará en la Catedral Primada el próximo 3 de octubre, sábado.

El artífice de la presea compartió con los devotos y cofrades toledanos el proceso que ha seguido durante estos últimos meses para labrar la corona en plata con baño en oro que lleva engarzadas diferentes joyas y piedras preciosas que hermanos y fieles han donado para su Virgen de la Estrella.

Una presentación de fotografías con música sirvió para conocer tanto a Fernando Marmolejo, como el noble oficio de los metales, tan arraigado en la ciudad a través del damasquinado y la espadería. Dos artes que el propio orfebre ha tenido presentes en el diseño y el trabajo presentado a la Hermandad de la Virgen de la Estrella del Arrabal toledano.

Trabajar para esta hermandad ha sido uno de esos privilegios que te da la vida, como el de poder ser artista y  plasmar los sentimientos de una ciudad como Toledo en la corona, en esta ofrenda del barrio, del Arrabal, y de la ciudad a la Virgen de la Estrella, indicaba el orfebre emocionado al contemplar en la ermita dispuesta sobre una peana tanto la corona de la Virgen de la Estrella, como la pequeña presea con la que se coronará el niño que la imagen porta entre sus manos y el orbe en marfil que llevará la imagen del niño en su mano izquierda.

Es muy importante escuchar y ser humilde, humildad a la hora de ser artista, porque eso te permite recoger los detalles y los sentimientos de las personas que están cerca de la Virgen. Ellos  son portadores de ese sentimiento que el artista, en este caso yo como orfebre, debo recoger y convertir en una obra, en esta corona, añadía Marmolejo para subrayar que la presea con la que el arzobispo, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, coronará a la Virgen de la Estrella el 3 de octubre “recoge el amor del barrio y de la ciudad”.

Asimismo, momentos previos a la presentación de la corona, el hermano mayor de La Estrella, Juan Carlos Escribano Merino, rubricó con el director diocesano de Cáritas Toledo, Antonio Espíldora García, el convenio de colaboración por el que la hermandad se compromete en el próximo quinquenio a aportar una cantidad económica para el desarrollo de los Talleres Infantiles que la institución diocesana mantiene en diferentes centros y colegios tanto de la ciudad, como de la provincia.

Esta es por tanto la corona social que la Hermandad de la Virgen de la Estrella ofrece con motivo de la coronación canónica de esta devoción que se remonta, al menos, al siglo XV.

La corona de Fernando Marmolejo para la Virgen de la Estrella

El proyecto del orfebre sevillano se basa en la orfebrería neoclásica toledana influenciada por la Real Fábrica de Platerías fundada en 1778 en Madrid por Carlos III. 

Marmolejo, orfebre sevillano ligado a la historia artística de hermandades como la de la Virgen de la Esperanza Macarena (Sevilla) o la de la Virgen del Rocío de Almonte (Huelva), ha labrado en oro y plata la presea que el arzobispo impondrá a esta devoción el próximo 3 de octubre en la Catedral Primada.

El orfebre se ha basado en la corona original de la Santísima Virgen diseñando un intento de aplicar formas y volúmenes que recuerden y a la vez actualicen la presea primitiva.

Asimismo, el artista y artesano ha empleado la técnica de fundición para ejecutar esta obra. El canasto o base de la presea se caracteriza por el empleo de cartelas con un programa iconográfico relacionado con la Virgen María, la advocación de la Estrella, la hermandad y la Ciudad de Toledo. Los imperiales que dan altura y volumen a la obra son ocho con dos diseños.

Uno elaborado a base de roleos canteados calados y unidos por estrellas a dos caras. El otro, roleos entrelazados y formas superpuestas en el plano que arrancarán desde un querubín -ángel- en el canasto, con guirnaldas y elementos clásicos reforzados con piedras preciosas engastadas.

La corona, además, cuenta con una Cruz y el Orbe decorados con piedras que dotan de  riqueza cromática a la pieza. Estos dos elementos están asentados en una pieza de marfil que recoge los roleos superiores de los imperiales.