Provincia. Benacazón amanece el primer domingo de septiembre junto a su Virgen de los Dolores

Manuel Pinto Montero. El pueblo de Benacazón despertó el primer domingo de septiembre para acompañar a María Santísima de los Dolores en el tradicional Rosario de la Aurora que celebra la Hermandad de la Vera Cruz como inicio de los cultos del mes de septiembre. Muchos fueron los fieles y devotos cruceros que la acompañaron desde que las primeras luces del día alumbraban las casas benacazoneras. 

María Santísima de los Dolores es una talla de terracota del siglo XVIII atribuida por algunos imagineros a Cristóbal Ramos. Hasta 1973 la imagen tenía las manos entrelazadas y aparecía sedente junto al Cristo de la Vera-cruz, en ese año Antonio Eslava le realiza un candelero y unas nuevas manos. 

La Santísima Virgen procesionó en su paso pero sin su magnífico palio. En las esquinas y en la delantera alumbraban a la Virgen de los Dolores candelabros y candeleros de plata. El paso estaba exornado con nardos, rosas, liliums y limoniuns en tonalidades blancas. La Virgen lucía en esta espléndida mañana saya blanca bordada y manto de terciopelo verde, en su mano derecha portaba una azucena.

El pueblo aljarafeño de Benacazón se engalanó con flores de papel y colgaduras para recibir a la Santísima Virgen de los Dolores. Muchos fueron los pétalos que se lanzaron ante el paso de la Virgen, como muestra de amor y devoción de su pueblo crucero. El sol quiso reflejarse en su rostro cuando ya la Virgen paseaba por la calle San Fernando y Santa María de las Nieves. Especialmente emotiva fue la llegada a su Capilla en la calle Real donde sus cruceros emocionados lanzaban vivas y rezaban cantando mientras las flores caían sobre la venerada imagen.

Fotos: Manuel Pinto Montero.