Arte Sacro
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Juan Luis Coto y Enrique Valdivieso explicaron el proceso de restauración de los cuadros del altar mayor de San Martín


Arte Sacro. El salón de actos del Círculo Mercantil acogió ayer sábado, la conferencia sobre la restauración de las pinturas del altar mayor de la iglesia de San Martín, sede canónica de la hermandad de la Sagrada Lanzada y como complemento de la exposición que se está celebrando en el patio de la entidad de la calle Sierpes, organizada por la corporación del Miércoles Santo, donde se pueden ver en todo su esplendor estos cuatro lienzos recuperados, hasta el próximo domingo, 6 de junio.

La charla fue impartida por Enrique Valdivieso y Juan Luis Coto. El primero de ellos, gran valedor para la restauración de estas obras, habló sobre el autor de los lienzos, Gerolamo (Jerónimo) Lucenti de Corregio, sobre lo que reflejan los cuadros, que son cuatro milagros de San Martín de Tours, y sobre la vida de este santo, titular del templo.

Juan Luis Coto, restaurador de los mismos, versó su conferencia sobre el laborioso proceso de restauración, ya que el estado en que se encontraban eran pésimos. El propio Valdivieso indicó que en sus 45 años de estancia en nuestra ciudad no ha visto una mejor restauración de pinturas en tal mal estado.

La conferencia estuvo apoyada por fotografías del antes y después de la restauración y partes del proceso. Les mostramos fotos de los cuadros y datos sobre el proceso restaurador.

Historia material:

La mayoría de los daños que presentaban las obras, estaban motivados por el envejecimiento natural de los materiales, a los accidentes con velas, a intervenciones o “restauraciones” desafortunadas y al abandono continuado al que han sido sometidas durante muchos años.

Debido a los numerosos daños que presentaban, a finales del S.XVII los cuadros se “restauraron” y los daños fueron “subsanados” primeramente anulando los bastidores originales por estar debilitados o rotos los ensambles y por ser algo más pequeños que los huecos del retablo, sobre estos bastidores, les colocaron unas tablas para aumentar las dimensiones y utilizarlas como soportes.

Los rotos de los lienzos y zonas quemadas en donde habían perdido parte de la tela, se encontraban clavadas con tachuelas, estucadas y pintadas sobre las propias tablas.

Esta intervención, se caracteriza por la falta de respeto hacia la obra original, con grandes zonas de pintura cubiertas por estucos de color blanco y repintados con óleo.

Los repintes y estucos que se encontraban cubriendo la pintura, se han eliminado hasta recuperar el color original.

Actuaciones en la capa pictórica

Se han realizado, distintos tipos de test de solubilidad y micro-catas para la elección de los disolventes más adecuado para la retirada de repintes y barnices oxidados, sin alterar la pintura original.

Durante la limpieza, han ido apareciendo grandes zonas de pintura, cubiertas por estucos de color blanco, los cuales han sido pintados al óleo. Estos estucos que se encontraban cubriendo original se han eliminado hasta recuperar el original.

Soportes

Loa lienzos están formados por una pieza de tela de lino de trama media y ligamentos cruzados de tipo “tafetán”. Estos se encuentran montados sobre un entablamento formado por varias tablas de madera de pino de 1 cm. de grosor y con importantes daños de insectos xilófagos.

Estas telas se encuentran muy resecas y quebradizas, con daños en los bordes y numerosos rotos generalizados.

Estos daños se acentúan principalmente en los lienzos de la zona superior, en donde se han desprendido las telas y provocado sendas grietas y desgarros.

Las telas de lino utilizadas para los reentelados, son de similares características a las originales.

Para la adhesión del lienzo original con el reentelado, se ha utilizado la gacha o engrudo.

En las zonas en donde faltaba la tela original, se le han colocado unos injertos de tela, pegados con el mismo engrudo.

Reintegración del color

La reintegración cromática de las lagunas estucadas, se han realizado con pigmentos al agua, hasta conseguir una base cromática que no moleste al contemplar la obra.

Cuando los daños son muy cuantiosos, se aplica un sistema parecido al de montar un “puzle”, es decir, se van coloreando las lagunas con un tono similar a la zona que le rodea y poco a poco va apareciendo la imagen.

Posteriormente, se han ajustados algunos tonos con pigmentos puros al barniz; el cual permite igualar al máximo el color en algunas zonas deseadas.

Tratamiento realizado

Desmontaje de los cuadros. Existe una separación entre el retablo y el muro de algo más de un metro y un entramado de escalera con peldaños de madera, desde el cual, es fácil acceder a los cuadros para desmontarlos, ya que estos están sujeto a la estructura, simplemente con clavos de forja.

Limpieza superficial del polvo, gotas de cera y demás materias.

Protección y fijación de la película pictórica.

Desmontaje de los lienzos, eliminación de los entablamentos, limpieza del reverso y  reentelado del soporte.

Colocación en su nuevo bastidor, tratados mediante productos insecticidas y aislante de la humedad.

Limpieza de la película pictórica, eliminación de la capa superficial y demás materias ajenas a la obra.

Regeneración del barniz con disolventes apropiados.

Estucado de las zonas perdidas o lagunas.

Reintegración del color en dichas zonas.

Barnizado o protección con resina natural.

Para evitar el depósito de suciedad en el reverso y posibles daños accidentales, se le han colocado unos tableros de DM de 0,5 cm.

Montaje en su lugar de origen.

Fotos cuadros: Juan Luis Coto.

Fotos conferencia: Juan Alberto García Acevedo.










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