La situación del Convento de San Francisco en 1822 (I)

Francisco Santiago. Estamos inmersos en lo que la historia ha dado en llamar Trienio Liberal (1820 - 1823), donde el pronunciamiento del general Riego había dado al traste con el absolutismo de Fernando VII. 

Justamente en 1822, donde centramos nuestra historia, la Santa Alianza decide su intervención en España, donde al año siguiente, los franceses entran con los cien mil hijos de San Luis en 1823 precedidos por los absolutistas conocidos como Ejército de la Fe, pues contaban con el apoyo del clero..

España cambiaba de forma provisional su división provincial, contando con 52 provincias agrupadas en 15 regiones, aunque jamás llegó a ser una realidad esta división al restaurarse el absolutismo.

Como ya parece costumbre y tras los estragos de la Revolución Francesa de 1810, de nuevo las Cortes clausuran muchas instituciones religiosas y, para variar, reclaman las obras de arte para el Estado. En Sevilla concretamente, se pretendía hacer un museo con estas obras.

El Convento de San Francisco en 1822 atendía a una población de más de 5000 personas establecidas en la collación. Eran un total de 73 religiosos franciscanos los que habitaban el lugar: un ex General, dos ex Provinciales, nueve jubilados de cátedra, diez Examinadores sinodales, cuatro catedráticos de teología, veinticinco Predicadores, y treinta y cuatro confesores.

Entre otras funciones, además de las habituales con los vecinos, los franciscanos atendían día y noche a los moribundos,  a la pastoral penitenciaria con asistencia a las cárceles para decir misas, instruir a los presos en Cuaresma, o la asistencia a los reos de muerte.

El convento abría sus puertas a los fieles media hora antes del alba, continuando abierto hasta el Ángelus. Por la tarde-noche seguían acudiendo fieles, sobre todo a la V.O.T. de penitencia. Tal era la demanda de este convento, quizás el segundo de la ciudad tras la Catedral por aquel entonces, que en la Festividad de Ntra. Sra. de los Ángeles del mes de agosto, se llegaron a repartir más de ocho mil formas en la comunión.

Por aquel entonces, ya habían sido suprimidos los conventos del Valle y San Buenaventura, aunque el de San Francisco no entraba dentro de las clausuras gubernamentales.

El caso es que el Ayuntamiento había solicitado en 1822 la traslación de la Comunidad de franciscanos del referido convento, donde por entonces residían las hermandades de Ánimas, Vera-Cruz, Santiago, Ntra. Sra. del Rescate y San Pedro Advíncula, Ntra. Sra. de la Oliva y San Diego, Ntra. Sra. de Belén, Calvario, Ntra. Sra. de los Reyes y San Mateo, La Palma, Vizcaínos, San Eligio (plateros), San Antonio (castellanos), San Luis Rey (Francia) y San Antonio (portugueses).

Continuará...

Bibliografía:

Anónimo franciscano. Breves y sencillas observaciones que hace al Excmo. Ayuntamiento de Sevilla sobre la intentada traslación de la Comunidad de N.P.S. Francisco. 1822

Foto: San Francisco de Esteban Murillo