Provincia. Una Romería entre encinas y alcornoques

Juan Carlos Romero Márquez. Durante todo el fin de semana los castilblanqueños renovaron su promesa a la Virgen de Escardiel con la celebración de la tradicional Romería en su honor que se inició a mediodía del sábado con la salida de un entregado pueblo que acompañó al Simpecado  recorriendo 5 km de camino hacia la Ermita a pie, a caballo o en una las más de  20 carretas cuidadosamente engalanadas tiradas por bueyes y más de 70 remolques que formaban la comitiva para llegar, caída la tarde, a postrarse a los pies de esta devota imagen que desde 1.247 recibe culto en la sierra de Castilblanco.

Tras el rezo del Santo Rosario a las 12 de la noche, los romeros y fieles de esta antiquísima advocación mariana aguardaron el momento de portar las andas de la Virgen de Escardiel que procesionó ya de madrugada por el Real de la Ermita finalizando con la “puja de bancos” por la que los escardieleros realizaron sus ofrendas, animados por los cantes y sones de flautas y tamborileros ante la imagen, para tener el honor de portarla de vuelta a su altar donde permanecerá hasta la próxima romería.

A media mañana se celebró la Santa Misa y por la tarde tuvieron lugar las carreras de cintas a caballo. A su término los romeros iniciaron el camino de vuelta para llegar, entrada la noche, a la localidad y desfilar ante la carreta del Simpecado a las puertas de la Parroquia del Divino Salvador donde la Hermandad hizo entrega de trofeos a las mejores parejas a caballo, carretas y remolques.

Fotos: Juan Carlos Romero Márquez