Salud para los enfermos en el Víacrucis de las Hermandades

Daniel García Acevedo. A pesar de los partes meteorológicos, este año se ha podido celebrar el Víacrucis que organiza el Consejo de Cofradías con imagen cristífera ya que el año pasado, como todos ustedes recordaran, el Señor de la Salud de los Gitanos no pudo llegar hasta la Catedral por la lluvia.

La hermandad de la Carretería llevó a cabo su recorrido inicialmente preparado, saliendo a las 17,45 horas de la capilla propia, tal y como estaba previsto.

A esa hora inicial todavía no se congregó mucha gente, aunque a medida que avanzaba la tarde se pudo comprobar el aumento de personas durante todo el itinerario e, incluso, en el interior de la Catedral.

Magnifico cortejo, alrededor de 300 hermanos portando cirio, entre los que se encontraban el hermano mayor de los Panaderos, Emilio Santiago, el miembro del PP, Carlos Crivell, el anterior secretario del consejo de cofradías, Joaquín de la Peña o la familia Bustos, Juan padre e hijo y Antonio, entre otros conocidos. La presidencia, con el hermano mayor, José María Sainz, igualmente portaba cirios.

Muy destacable en el itinerario de ida a la Catedral las visitas a las capillas del Baratillo, Jesús Despojado, donde permanecía instalada el altar de besamanos y al convento de San Buenaventura, en la que fueron recibidas por el estandarte y junta de gobierno de las tres hermandades.

Durante el andén del Ayuntamiento el cortejo aceleró un poco el ritmo de paso ya que cayeron algunas gotitas y la llegada de algunas nubes hacía presagiar algo peor. Sin embargo y al comprobarse que era algo pasajero, nuevamente se ralentizó la comitiva llegando a la Catedral a la hora prevista, 20,30 horas.

A la salida del templo metropolitano y en vista que había chispeado un poco, se habilitó la puerta de San Miguel, en vez de la puerta de los Palos, para acortar el recorrido. Tras las pertinentes visitas a la capilla de la Pura y Limpia y a la hermandad de las Aguas, el Stmo. Cristo de la Salud entró en su capilla a las 22,45 horas.

Fotos: Francisco Santiago y Juan Alberto García Acevedo.