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Alfonso de Julios-Campuzano: "El gran desafío de nuestra hermandad es hoy, más que nunca, sentir y vivir como una auténica hermandad"


Arte Sacro. Alfonso de Julios-Campuzano. Candidato a Hermano Mayor en las elecciones de la hermandad de la Esperanza de Triana. 45 años. Doctor en Derecho. Profesor titular de universidad. Enseña Filosofía y Teoría del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla. Hermano de la Esperanza de Triana desde su nacimiento, opta ahora al cargo de Hermano Mayor en las elecciones que se celebrarán el próximo 25 de junio. En la hermandad ha sido monaguillo, miembro fundador de la Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, miembro del Coro, director del Boletín y ha desempeñado los cargos de Secretario segundo, Secretario primero, Fiscal y, actualmente, Teniente Hermano Mayor.

-Habiendo sido miembro de las últimas juntas de gobierno, ¿cuáles son los motivos que te han llevado a presentar una candidatura a hermano mayor?

Precisamente, no ha sido una decisión fácil. Más bien se podría decir que ha sido una decisión responsable y madura, fruto de una reflexión continuada en el tiempo acerca de mis posibilidades reales de aportar algo nuevo a la gestión de la Hermandad. He pertenecido a diferentes Juntas de Gobierno, sí, casi desde que era un muchacho. Apenas con 21 años me estrené en responsabilidades de gestión como secretario 2º en el segundo mandato de Luis Murillo. Luego, asumí el cargo de secretario 1º con Alfredo Álvarez Mensaque en el primer mandato y, finalmente, ocupé el cargo de Fiscal en el segundo mandato de Alfredo Álvarez Mensaque y en el de José Manuel Campos.

La experiencia acumulada es, siempre se ha dicho, un activo, pero yo creo que la Hermandad, llegado este momento, necesita un revulsivo. Una dosis importante de vitalidad, de vigor, de juventud, de ilusión, de mirar hacia el horizonte con los ojos limpios y el corazón repleto de entusiasmo. En ese sentido, creo que la gran labor que tenemos por hacer no es material, sino, sobre todo, espiritual, de abrir puertas, de tender puentes, de estrechar manos, de acoger a los hermanos. Quizás hayamos olvidado todos un poco esa dimensión absolutamente fundamental de la Hermandad. Y en esa línea es en la que pretendo moverme si resulto elegido. Para ello, cuento con un equipo en el que, sin menoscabo de la experiencia, hay una dosis muy importante de juventud. Ellos son el futuro que queremos para nuestra Hermandad. Y quizás ya vaya siendo hora de ir entregando el testigo a los que necesariamente habrán de sucedernos.

-Observando la candidatura que presentas, podemos ver una combinación entre veteranía y juventud. ¿Qué puedes aportar nuevo como Hermano Mayor y los miembros del equipo del que te has rodeado?

He buscado una combinación razonable de veteranía y juventud, sí, pero sobre todo he buscado, también, un determinado perfil, con independencia de la edad. Me interesaba, principalmente, el perfil de las personas que quería que conformaran el equipo: personas capaces, profesionales, con devoción contrastada, de trayectoria en alguna de las parcelas de la Hermandad, con una formación específica que poner al servicio de los hermanos, abnegadas, con espíritu de sacrificio y sosegadas, reflexivas, amables y corteses en el trato con las personas. Me parece que esta dimensión última es verdaderamente decisiva. Si pretendemos acoger a los hermanos, si queremos crear un ambiente de auténtica concordia, necesitamos que la Junta de Gobierno rezume amabilidad y cortesía en todas las áreas, pero particularmente en las secciones más sensibles, allí donde se estrecha el trato con los hermanos y donde este se hace más intenso.  Creo que hay una senda ya trazada en estos últimos años que me propongo continuar pero, obviamente, cada Hermano Mayor tiene su propia personalidad y ésta queda impresa en el rumbo que tome la Hermandad. A mí, personalmente, me gustaría ser un hermano mayor de puertas para adentro, al servicio de los hermanos, asumiendo el desafío de la concordia y del futuro. Y en ese sentido, la Hermandad tiene que recuperar el sentido auténtico de sus verdaderas raíces: el culto, la caridad y la formación. Ahí es donde la Hermandad de la Esperanza tiene que estar, y más en tiempos difíciles como los que vivimos: cerca de los hermanos, ayudando al que sufre, protegiendo al desvalido, dando calor al que se siente solo y desamparado y escuchando, dialogando con todos los hermanos sin excepción, dispuesto a reconocer los propios errores y prestos a trabajar con intensidad por una Hermandad mejor.

-¿Cuál es el modelo de hermandad que se ha conseguido en estos seis años y que modelo buscáis lograr?

En estos últimos años se ha trazado una senda que, en términos generales, indica un camino para el futuro, basado en el culto, en la caridad, en la formación. Hemos creado el Centro de Apoyo Infantil Esperanza de Triana para niños con TDAH (Trastorno y déficit de atención por hiperactividad) que comenzó su andadura en 2008 atendiendo a 25 niños y que en la actualidad presta atención a más de 40, todo ello sin detrimento de nuestra bolsa asistencial, la cual sigue funcionando de manera satisfactoria y ha experimentado en crecimiento significativo en los últimos años en cuanto a recursos se refiere. En el ámbito de la formación, la Hermandad creó en 2006/07 el Foro Stmo. Cristo de las Tres Caídas y, posteriormente, el foro de formación religiosa on-line, labor que se ha visto culminada en 2008 con la inauguración de la Escuela Teológica Santísimo Cristo de las Tres Caídas, con una significativa y regular afluencia de hermanos y excelentes resultados para la Hermandad. Nuestros cultos, por otra parte, continúan una trayectoria ascendente en todos los aspectos, en el fondo y en la forma. Cultos de alto nivel para una Hermandad que tiene la ambición legítima de ser cada día mejor.

Eso es lo que queremos nosotros. Continuar esa senda que nos merece muy alta valoración y creciendo de manera equilibrada en estas tres dimensiones, pero insistiendo en una asignatura pendiente: la cohesión entre los hermanos, la concordia. Y ahí estaremos con todos para vivir con intensidad y alegría el enorme gozo de sabernos hermanos de la Esperanza. Ese mensaje, que los hermanos quieren escuchar, necesitan también oírlo muchos incrédulos, muchos agnósticos, muchos que perdieron la fe por el camino. Y a ellos, también, tenemos que darle un testimonio rotundo de Esperanza como miembros de la Iglesia de Cristo en el siglo XXI.

- ¿Cómo valoras la ampliación y reforma de la Capilla y de las dependencias de la hermandad?

Ha sido un proceso verdaderamente dilatado en el tiempo, complicado y azaroso en todos sus aspectos. Cuando fuimos elegidos, en junio de 2006,  no estaba concluida aún la primera fase, cuando según el contrato, en esa fecha debería haber concluido la obra en su totalidad. Tuvimos que hacer frente a un sinfín de dificultades que sería prolijo relatar, pero que se sustanciaron en la rescisión del contrato con la anterior adjudicataria, un nuevo concurso y una tercera adjudicación tras la suspensión de pagos de la segunda contrata. Múltiples dificultades que, a pesar de todo, se han saldado con un resultado razonablemente bueno. La Hermandad tiene hoy las mejores dependencias de su historia: funcionales, amplias y adecuadas a sus necesidades… Esta obra, por ejemplo, le ha permitido acoger la Escuela Teológica y el Centro de Apoyo Infantil y, en cuanto a espacio de culto, ha triplicado la capacidad de la Capilla.

Una vez concluida hemos exornado el templo con la restauración de los antiguos Via-Crucis cerámicos y de los dos grandes lienzos del maestro Juan Antonio Rodríguez que representan la Coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad y la Virgen del Carmen con las ánimas benditas del purgatorio.

 Se ha acondicionado la sacristía. Se han restaurado, asimismo, los lienzos que exornan la parte inferior del coro, se ha restaurado la antigua cruz del Santísimo Cristo, de madera cantoneada en metal y se ha encargado y bendecido un hermoso retrato de Juan Pablo II que viene a perpetuar la memoria del Beato a quien debemos la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Esperanza por bula pontificia. Además, por convenio suscrito con la Fundación Sevillana-Endesa, esta institución ha realizado de manera gratuita la iluminación artística de la Capilla, valorada en casi 60.000 €. Y se han realizado y dorado, sobre la base de los altares anteriormente existentes, el altar de San Juan Evangelista, que fue bendecido el pasado 16 de septiembre, y el del Cristo de la Humildad y Paciencia, bendecido con ocasión de la función conmemorativa del L Aniversario del retorno de la Hermandad a la Capilla de los Marineros, el pasado 20 de mayo. Por último, para el próximo día 14 de junio está previsto comenzar la instalación del Altar del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, realizado en los talleres de Don Manuel Guzmán.     

-¿Qué desafíos o retos puedes buscar para estos próximos tres años?

 Creo que a estas alturas de la entrevista parece claro que nuestra opción es por la Esperanza. Queremos una Hermandad que viva con intensidad el gozo y el orgullo de ser quien es y cómo es y unos hermanos que sientan el calor de su Hermandad todos los días del año, que se sientan parte inescindible de esta gran familia que somos los hermanos del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y de Nuestra Señora de la Esperanza. Una hermandad de puertas abiertas y de corazones también abiertos a la alegría de sentirnos hermanos. Esperanza para vivir con ilusión y con gozo tiempos dífíciles, para dar gracias a Dios por todos los dones que diariamente nos concede y para llevar a los hermanos esa alegría que nosotros transmitimos. Una Hermandad sensible al que nos necesita,consciente de su responsabilidad ante la sociedad y comprometida con la misión evangélica a la que está llamada.

Y ello requiere, principalmente, una junta de gobierno dispuesta a dar, pero sobre todo, a darse, a entregarse y a servir a los hermanos, a convivir con todos. Un equipo que refleje la pluralidad de sentires de esta hermandad que siendo una es, también, diversa; y una actitud de auténtica y sincera acogida a todos los hermanos sin excepción, con independencia de sus opiniones. El gran desafío de nuestra Hermandad es hoy, más que nunca, sentir y vivir como una auténica Hermandad.

-¿Podrías explicar la situación económica de la hermandad actualmente y que harías para mejorarla?

Sinceramente, creo que sobre este tema hay mucho alarmismo. En los Cabildos y en el Boletín de la Hermandad se ha informado puntualmente de cuál es la situación económica de nuestra corporación. Y he de recordar que las cuentas han sido aprobadas por mayoría, en unos casos, o por unanimidad, en otros, durante los últimos años. Entonces, no entiendo muy bien a qué viene este alarmismo cuando la Hermandad , como se ha reiterado en diversas ocasiones, viene atendiendo con regularidad sus compromisos económicos.

Es cierto, que la economía de la Hermandad requiere particular atención. ¡Pero eso se sabía ya desde hace mucho tiempo! Cuando hace más de doce años se comenzó a plantear la posible ampliación de la Capilla de los Marineros. Todos los que idearon, de un modo u otro, aquel proyecto y los que comenzaron a ejecutarlo sabían perfectamente que éste era un gran desafío que en materia económica iba a requerir esfuerzos notables por parte de la Hermandad. Y lo sabíamos también quienes heredamos la obra ya iniciada. Fue un proyecto de la Hermandad que se ha culminado conforme a las directrices marcadas con anterioridad. De todos modos: yo quiero transmitir a todos un mensaje de tranquilidad, de seguridad, de confianza y de Esperanza. La Hermandad puede hacer frente a esta situación, de hecho, así lo lleva haciendo varios años. Y será nuestra responsabilidad buscar nuevas fuentes de financiación que consoliden a la Hermandad para el futuro. Trabajaremos con intensidad para ello. Hemos apuntado ya, en este sentido, que buscaremos nuevas vías para consolidar económicamente la tesorería de la Hermandad.

Existen dos grandes cauces para ello: a) el proyecto de columbario que vendrá a responder a una necesidad de muchos hermanos y para el cual tenemos ya preparado diversos estudios e informes técnicos y económicos; b) la realización del museo de la Hermandad, con la instalación de un punto de información turística que otorgue a nuestro barrio la dimensión cultural y artística que verdaderamente posee y que se saldará, previsiblemente, con nuevos ingresos por las visitas al museo y por venta de recuerdos en la tienda de la Hermandad. Para ello, contamos también con un anteproyecto que está verdaderamente avanzado.

Pero, cuidado, un proyecto de gobierno serio no puede basarse exclusivamente en la gestión económica de la Hermandad. Esto no es una empresa, y se equivocan quienes puedan verlo así. Esto es, ante todo, una Hermandad, y quizás la primera, entre todas las labores que debemos acometer, sea la recuperación del sentido de la Hermandad , la revitalización de la convivencia, el restablecimiento de la concordia, la normalización de la vida de la Hermandad y la recuperación del respeto entre los hermanos. Todo lo que no sea eso, es con seguridad, un camino hacia ninguna parte. 

-¿Por qué motivos crees que  es necesario continuar por el camino que ha seguido la hermandad en estos últimos años?

Creo que esta pregunta ha quedado, en buena medida, contestada a lo largo de la entrevista. No obstante, me gustaría insistir en algunas ideas fundamentales: a) continuidad no significa inercia, no se trata por tanto de abandonarnos a la desidia, a la pasividad o a la indolencia, sino que es la decisión firme de construir un proyecto nuevo e ilusionante sobre la base de lo mucho y bueno que se ha hecho con anterioridad; b) en segundo lugar, continuidad tampoco significa ausencia de autocrítica: los buenos proyectos son aquellos que asumen los errores cometidos y que saben también reconocer las sombras de una gestión que, pese a ser buena, no ha estado exenta de aspectos mejorables, de imprecisiones o de fallos, porque es de humanos equivocarse y de sabios rectificar; c) por último, continuidad no significa ausencia de renovación. Se trata más bien de dar un paso adelante que implica justamente renovación de equipos y de personas, de modo que esta necesidad de renovación se plasma en un equipo nuevo, ilusionado, de personas capaces y de hermanos con trayectoria de dedicación a nuestra Hermandad en diversos cometidos.

-¿Esperanzado con esta candidatura? ¿Porqué Elige Esperanza?

 Esperanzado con que la Hermandad va a ejercer democráticamente su derecho a elegir entre diversas alternativas, todas ellas legítimas. Esperanza con que el ambiente electoral se desarrolle un ambiente de sana competencia, pero de concordia y de respeto. Esperanzado porque creo que ofrecemos a la Hermandad un proyecto ilusionante, atractivo y comprometido. Porque incorporamos savia nueva, juventud, vigor, entusiasmo, trabajo, capacidad y experiencia. Porque nuestro proyecto es de todos y para todos. No es un brindis al sol, sino una propuesta seria asentada sobre bases sólidas. Por eso, elegimos esperanza, porque para conquistar el futuro hay que comenzar ganando desde ahora el presente: un presente de juventud y un presente de ilusión. De manos tendidas para todos, insisto. Y eso genera ESPERANZA, queremos transmitir Esperanza, necesitamos más que nunca palabras y gestos de Esperanza. No hay Esperanza sin amor, sin diálogo, sin mutua comprensión, sin acogida, sin tolerancia, sin solidaridad, sin respeto. Por eso, cuando hablamos de Esperanza hablamos de Hermandad: de todos, para todos, para vivir con autenticidad la Verdad de Cristo Resucitado, para sentirnos Cirineos de nuestro Señor derrumbado sobre el suelo de Triana. Esperanza para saber ver la sonrisa imperceptible de nuestra Virgen que llora al tiempo que nos ofrece su pañuelo. Elegimos Esperanza porque sólo desde la Esperanza podemos tener una Hermandad viva y auténtica. Sin ella, nada es posible, salvo la oscuridad y la zozobra. Queremos ilusión, alegría, gozo entre los hermanos. Elegimos Esperanza porque sus ojos negros nos guiarán a todos hacia una Hermandad mejor donde impere el espíritu genuino de sentirnos hermanos.

 Muchas Gracias por ofrecernos elegir Esperanza.

Fotos: Arte Sacro.










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