El Señor de la Salud y Buen Viaje visitó la parte de la feligresía más alejada en su anual Vía Crucis

Daniel García Acevedo. La hermandad de San Esteban efectuó su anual Vía Crucis con el Señor de la Salud y Buen Viaje, con un itinerario inhabitual dentro de la feligresía de San Bartolomé-San Esteban.

La corporación del Martes Santo ha acudido a la llamada del Santo Padre Francisco que nos invita a ser una Iglesia en salida. Y esto ha querido hacer San Esteban con el rezo del Vía Crucis, al trasnsitar por partes alejadas de la feligresía, por las que el Señor nunca va, para que todos, sobre todo los más mayores o imposibilitados, puedan ver y rezarle al Cristo de la Salud y Buen Viaje.

Por ello, el cortejo tomó las calles Vidrio, Armenta y Tintes para cruzar la Avenida Menéndez y Pelayo y pasar por Atanasio Barrón y Alcalde Isacio Contreras, antes de volver a cruzar la avenida para regresar a la parte más cercana del barrio.

Igualmente, la hermandad ha querido sumarse al objetivo pastoral de la diócesis para este año y que se trata de potenciar el servicio evangelizador de la piedad popular por lo que, con este nuevo recorrido, se ha intentado expresar nuestra fe en un entorno poco habituado a ello, donde no suelen celebrarse cultos.

El Señor iba en unas andas adquiridas recientemente y acompañó musicalmente la capilla musical de la Banda de música Ntra. Sra. de la Victoria (las Cigarreras).

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.