Ángel Casal, preparado para las elecciones del Museo
Arte Sacro. El pasado 8 de septiembre, Natividad de Nuestra Señora de las Aguas quedó formalizada la candidatura a junta de gobierno con la que Ángel Casal García concurrirá a las próximas elecciones en la Hermandad del Museo. Coincidiendo con la celebración de la Santísima Virgen, oficializó el equipo de hermanos y hermanas que encabeza y que, según sus palabras, “Todos coincidimos en afrontar esta gran responsabilidad con la mayor humildad, ilusión, fe y entrega, que supone gobernar nuestra Hermandad durante los próximos tres años”.
Pretenden principalmente basarse en dos pilares básicos, reflado en las Reglas: Culto y Caridad. Como miembros de la Iglesia Católica que son, fomentar la formación espiritual de los hermanos y su participación activa y enriquecedora en los cultos, mantener y mejorar la buena labor que ya se realiza en caridad. No vienen a inventar nada, ni a trasformar la identidad de la Hermandad; ésta no es modificable en su núcleo central. Tiene valores aceptados; mucho de permanente, de perpetuo. Institución con señas de identidad propias.
Quieren trasmitir el compromiso personal y de su equipo con el que todos los miembros de la candidatura han decidido trabajar por y para la Hermandad: crear ocasiones propicias y atractivas para que se produzca ese encuentro en la Hermandad. Son conscientes de que tienen que ser más útiles que importantes. Junta cercana, cuya actuación solucione los problemas del día a día de manera directa, sin complejos ni mediocridades. Amable, simpática y con entrega.
Quieren compartir con todos nuevas ideas y formas de trabajo que hagan más cercana la Hermandad al conjunto de hermanos y hermanas, dando a cada cual su sitio. Creen que es posible realizar una acción global que conjugue a la vez temas como la formación cristiana promovida desde la Hermandad, el acercamiento de todos los hermanos, el realce de los cultos y la intensificación de acciones solidarias y de caridad. Necesitan expresar las verdades de siempre en un lenguaje que permita advertir su permanente novedad; una cosa es la sustancia y otra la fórmula de su expresión. Si así lo quisieran las hermanas y hermanos, se disponen a dirigir, coordinar, cuidar las relaciones y trazar las líneas de actuación de la Hermandad. Para ello también piden complicidad y apoyo.
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