El Cristo de la Buena Muerte, de la Hiniesta realizó su anual Vía Crucis tras su restauración

Daniel García Acevedo. La Hermandad de la Hiniesta está concluyendo los anuales cultos al Stmo. Cristo de la Buena Muerte , con la celebración, en la tarde de ayer, del ejercicio piadoso del Vía-Crucis por las calles de la feligresía.

Este año, la hermandad de San Julián ha tenido a bien alargar el recorrido hasta el Pumarejo en consideración de la gran labor social que realizan las Hermanas de la Caridad en este entorno. Por ello, la salida ha sido a las 18 horas, por lo que se ha podido disfrutar de la luz del día para ver a la portentosa talla de Castillo Lastrucci que salía a la calle por primera vez tras ser repuesto al culto por su restauración.

Se rezaron estaciones en los conventos de Santa Paula, Santa Isabel y en la capilla de los Servitas, donde empezó a chispear y la junta de gobierno de la Hiniesta decidió esperar unos minutos para, tras rezar un Padrenuestro por la recuperación del cofrade Pepe Asian, se prosiguió con el itinerario previsto.

 

Portando cirio junto con el hermano mayor de la Hiniesta , lo hicieron igualmente los hermanos mayores de la Resurrección , Rosario de San Julián, Buen Fin, Humildad y Paciencia de Cádiz y la hermana mayor de los Javieres. 

Fotos: Juan Alberto García Acevedo, Mariano Ruesga Osuna.