La Diputación de Sevilla y la Pablo de Olavide coeditan 'Teatro en la Gloria', un libro sobre el barroco en Sevilla

Arte Sacro. La Diputación de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide han coeditado el libro ‘Teatro de la Gloria: El universo artístico de la Catedral de Sevilla en el Barroco’ , una publicación que viene a sumarse a cuantos actos se han desarrollado en 2007 en toda la Comunidad Autónoma para desarrollar el programa Andalucía Barroca. Fernando Quiles, profesor titular de Historia del Arte de la Facultad de Humanidades de la Olavide, es su autor y su precio 20 euros.

Además, el Servicio de Archivo y Publicaciones del Área de Cultura e Identidad de la Diputación presenta otras ediciones interesantes con vistas a la Navidad, una época en la que también los libros cobran su protagonista con vistas a los regalos: ‘Nicolás Gómez. Miniaturista, pintor e ilustrador de libros del siglo XV’ , de Rosario Marchena, y ‘Cayetano de Acosta (1709-1778)’ , de Alfonso Pleguezuelo, dentro de la colección Arte Hispalense, y ‘Los espectáculos escénicos en Sevilla bajo el gobierno de Godoy’ , de Rocío Plaza, en la sección de Arte de la colección de Monografías.

En ‘Teatro de la Gloria’, el profesor Quiles nos presenta la Catedral de Sevilla como fruto de un proceso creativo en el que participó toda la sociedad sevillana a lo largo de siglos. Construida sobre la mezquita almohade, el Templo Catedralicio sufrió numerosas obras desde 1401 hasta el siglo XIX, reformas de las que se han conservado testimonios, así como de los bienes muebles con que se decoró, con lo que podemos seguir con detalle el proceso, gracias además a un valioso archivo, que permite conocer pormenorizadamente cómo se avanzó en la edificación y adorno del conjunto. Dada la envergadura del edificio y el volumen de obras que contiene, el autor ha limitado el estudio a los siglos del Barroco, quizá los de mayor esplendor artístico de la ciudad de Sevilla.

Otras publicaciones

En el número 81 de la Colección Arte Hispalense, la doctora en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y profesora de esta materia en la Facultad de Geografía e Historia de esta Universidad, Rosario Marchena, estudia a Nicolás Gómez, un pintor y miniaturista sevillano cuya actividad recogen los textos entre 1454 y 1510. En estos años trabajó para la Catedral de Sevilla, iluminando buena parte de los corales que se hicieron por entonces y otros libros, como un Breviarium de la Biblioteca Capitular.

Realizó una serie de pinturas murales para el Monasterio de San Isidoro del Campo, un fresco de más de cinco metros en el Refectorio y una escena y nueve figuras aisladas, además de las dos que, procedentes de allí, se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico, en el Patio de los Evangelistas. También trabajó para Isabel La Católica (en al menos dos libros: ‘La Biblia Romanceada’ y ‘Calila e Dimna’, en la Biblioteca de El Escorial). Con una vida laboral amplísima, con trabajos dispares en técnicas, tamaños o soportes, gozó de gran prestigio en su época.

El número 80 de la Colección Arte Hispalense es una obra del profesor Alfonso Pleguezuelo, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, en cuya Facultad de Bellas Artes imparte docencia desde 1983, sobre Cayetano de Acosta, una de las figuras más relevantes del panorama artístico sevillano del siglo XVIII, portugués de nacimiento, que llegó a Sevilla siendo joven y completó su formación en unos años artísticamente animados, como fueron los del Lustro Real (1729-1733).

Tras una primera década de trabajo en esta ciudad, que aún permanece mal conocida y en las que sigue las huellas de Pedro Duque Cornejo y de Jerónimo Balbás, se traslada a Cádiz, donde residirá más de diez años y desarrolla una labor notable como escultor de mármol y tallista en piedra, para regresar a Sevilla y convertirse en uno de los más importantes escultores de piedra y madera. A él se deben los más llamativos conjuntos escultóricos barrocos de esas tres décadas: Real Fábrica de Tabacos, Real Maestranza de Caballería, Iglesia Colegial de El Salvador, iglesia del Convento de Capuchinas o los jardines del Palacio Arzobispal de Umbrete.

‘Los espectáculos escénicos en Sevilla bajo el gobierno de Godoy’ analiza el proceso de adaptación de las diversiones y espectáculos barrocos al teatro de planta italiana, considerado por la cultura ilustrada impuesta por los tiempos borbónicos, como el único posible para una sociedad civilizada. Así las comedias, representaciones operísticas, las funciones de óptica y física o bailes, tuvieron que adaptarse a unas estructuras impuestas en cuanto a escenografías, música, iluminación; así como autoridades religiosas civiles, empresarios, pintores, músicos y sobre todo el público, a un nuevo concepto de espectáculo. La autora del trabajo ha reconstruido la cartelera diaria de espectáculos, ha analizado las referencias periodísticas sobre las representaciones, la legislación sobre diversiones públicas y la participación de los pintores que trabajaron como escenógrafos, entre otros aspectos.