Provincia. Memorable pregón de Semana Santa de Manuel María Pérez Cano (Sanlúcar la Mayor)

Arte Sacro. Se notó nada más levantarse de su silla, que Manuel María Pérez Cano pisa fuerte. El vigésimo noveno pregón de la Semana Santa de Sanlúcar, apodada "la Mayor" por obra y gracia del Conde Duque de Olivares, se disponía a comenzar, con algo de retraso, con impaciencia.

Comenzó el acto con el oficioso himno de nuestra Semana Mayor, "Amargura", de Font de Anta. Interpretó la banda decana de localidad, la de Nuestra Señora del Rosario, una marcha más, "Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono" a petición del pregonero. Supo escoger "Mánuel", como lo llaman cariñosamente su familia y sus amigos, entre los que se encontraba su presentador, otrora pregonero de la Semana Santa local, y que calificó al protagonista de la jornada como "un conocedor profundo de la Semana Santa, un apasionado de la comunicación". 

Se notó que "Mánuel" sabe manejarse delante de un público. Hombre de radio, perteneciente a la generación que fundó la emisora de Sanlúcar, lleva trabajando en este medio toda una vida. Ahora tienen la suerte de tenerlo en Canal Sur. Maneja la oratoria y su recurso más importante, el silencio.

Se notó que quería hacernos esperar. Antes de pronunciar una sola palabra, dejó hablar al silencio. Estuvo en el atril casi un minuto sin decir palabra. Vaso de agua, apertura del pregón, gafas, comprobación del orden de papeles... y mientras, los que estaban retransmitiendo en la radio municipal, la heredera actual de lo que él y un gran grupo de soñadores fundaron, se decían: "madre mía, creerá la gente que se nos ha ido la emisión".

Y por fin, habló. No sé si tendría ensayado el registro de voz que empleó, pero su verbo sonó anacrónico, sempiterno, añejo, como si el que el pasado domingo se dirigía a la Casa de la Cultura fuera el niño al que hacía referencia, pero con voz de hombre.

Se notó que sentía. Y nos hizo sentir. Nos emocionó al hablarnos de las sagradas imágenes de Sanlúcar. Nos tocó el corazón cuando sus, a veces atropelladas palabras, mencionaron a Mari Luz y a su pequeño, cerquita ahora de nuestra Virgen de la Encarnación. Nos atravesaron como saetas sus palabras cuando recordó al que siempre será joven en nuestra memoria, Jesús Ventos, protagonista absoluto de aquel episodio que todavía añora Sanlúcar, la interpretación de Jesucristo Superstar. Nos hizo partícipes del dolor de la familia de Isaías Carrasco, un buen hombre que fue asesinado por ETA hacía tan sólo horas.

Se notó su oficio. Prácticamente improvisó, sin que nos diéramos cuenta, temas al hilo de la actualidad: la propia muerte de Isaías; la alusión a los temás de género e igualdad en las hermandades; sus frecuentes alusiones a la importancia de la radio local en Semana Santa, "que lleva las levantás al enfermo, que lleva el pregón, por ejemplo, a la capilla de El Huerto, donde su prioste nos escucha cada año limpiando la candelería para que reluzca al salir a la calle". Incluso se notó un velo de añoranza, al recordarse a sí mismo con un micrófono en mano retransmitiendo las estaciones de penitencia de las cofradías sanluqueñas.

Se notó por su palabras que "Mánuel" se olvida en ocasiones de sí mismo para atender su faceta de padre de hijas cofrades que alguna vez (se atrevía a aventurar), podrían sorprenderlo diciéndole: "papá, quiero ser costalera".
Notamos en definitiva, un exaltación versátil, distinta, única, que nos hizo reflexionar, agradecer, reír y llorar. Bravo "Mánuel".

El XXIX Pregón de la Semana Santa sanluqueña se escribió pues con letras de oro. Ahora le tocará el turno a José Luis Pérez Donaire, que será "quinto" del pregón, cumplirá sus treinta años como treinta años cumplirá su exaltación. Joven pregonero, el que más, pero también fresca palabra. Sanlúcar ya espera tu discurso.

Foto y más info.: http://www.sanlucarlamayor.es/noticias/ficha.php?idnoticia=644