Rocío Jurado: Crónica de una muerte supra-anunciada

Francisco Santiago. Imagino que no hay ni que comunicarles que ha fallecido una de las grandes voces de España. Rocío Jurado nos dejaba en la madrugada del jueves 1 de junio, ante la mirada inerte de los teleobjetivos.

En breve saldrán los "listillos" de turno diciendo que esta noticia no tendría que estar aquí, pero me da igual, una muerte, sea de quien sea, es una gran pérdida; pero la de Rocío, además, ha sido (sobre todo) la comidilla mediática de absolutamente todas las televisiones del país.

Han sido las formas de llevar su enfermedads lo que me ha dado pie a escribir estas líneas, porque podrá haber sido "la más grande de España", como era conocida, pero creo que su intimidad ha sido una de las piezas claves de su deterioro.

La han masacrado a "flashazos", a preguntas indiscretas, la han perseguido día y noche, de hospital en hospital, de España a América y Viceversa.

Curiosamente hace poco ha muerto igualmente Rocío Durcal y lo hizo con la tranquilidad que da el saber que te vas al lado de los tuyos, quizás viendo por última vez ese programa de televisión que en pocas ocasiones habló de ella.

Con Rocío todo ha sido diferente, se ha transmirido, retransmitido y requetetransmitido absolutamente todos sus pasos desde que se dio a conocer su enfermedad en el 2004. No creo que nadie desee que su muerte sea retransmitida en directo al mndo entero, ni creo que un marido o un hijo desee no poder llorar a solas la muerte de su madre.

Con rocio también ha muerto una de las pocas cosas que aun quedaban al ser humano: El poder morir con la calma y sosiego que toda alma desea.

Descanse en Paz

Foto: Archivo ABC