Me tenéis hasta las mismas narices. Isabel Serrato Martín

Hoy tecleo con rabia estas palabras, porque estoy más que harta del grupo político irrespetuoso que preside el Señor Torrijos. A lo mejor este hombre debe hablar con su hermano, ese si que sabe de sevillanía…

Ahora le toca a la banda de las cigarreras desalojar un local, porque lo debe utilizar la juventud de Sevilla. ¿Hay más juventud en un acto de Izquierda Unida que en una banda con dos grupos a un nivel increíble? Váyase de Sevilla Señor Torrijos o como se llame, usted y toda su gente, váyase ya, o deje a los cofrades en paz. No nos metemos con nadie, no hacemos pasacalles todos los días, vamos, hasta a veces cabizbajos a los actos de nuestras hermandades, yo no desde luego, no pedimos por no molestar, somos grupos unidos que sólo hacemos bien por Sevilla. Tenemos nuestras ideas cristianas, incluso muchos, por no decir todos, tenemos nuestras ideas políticas y no las hacemos pública intentando pisotear a quien no piense igual que nosotros.

Me molesta que se le de más dinero por parte del ayuntamiento a la cabalgata del día del orgullo gay que a la cabalgata de los Reyes, me molesta que usted quiera cambiarle los nombres a las tradiciones, no de Sevilla, sino de un país entero… me molestan tantas cosas, pero las respeto sin compartirlas. Ahora le habrá comido el coco a los jóvenes, jóvenes de izquierda, me parece estupendo. Aún recuerdo cuando uno de sus integrantes se reconoció cofrade y le cayó poca. Me tenéis harta, hasta las mismas narices, porque no hacéis vuestro trabajo que es gobernar para todos los ciudadanos de Sevilla, sino que no respetáis los pensamientos, ideas o actos cofrades que a la mayoría del pueblo sevillano le gusta hacer. Encima me resulta cobarde, ¿por qué no ha firmado usted la carta para echar a las Cigarreras de su local de ensayo? Es mejor que lo firme, ¿Quién? La delegación de juventud de Sevilla, ¿qué es eso?, liderada por su grupo político. Cobarde, póngase al frente de una manifestación en contra de las Hermandades y Cofradías, póngase, a ver cuanta gente le sigue. Si, ya sé que se lleva a todos los habitantes de la Alameda con usted. Por cierto, el otro día tuve familia de Salamanca aquí en casa, y al enseñarle La Alameda , me dijeron que teníamos que sentir vergüenza por el olor que salía de allí. Tuve que decirle que no, que nuestro gobierno lo que nos lleva, es a echar a grupo de jóvenes más que ilusionados con la música (sea cual sea el estilo) de un local donde cobijarse cuando llueve, hace calor o frío, porque lo usan todos los días del año, no lo olvide, y debemos defender los nuevos olores de nuestra ciudad.

Pues no, me niego, me gusta el olor a incienso, me gusta el de la cera que prende de cirios en procesión, el olor a nardos en Septiembre, a flores en primavera, a azahar en el palio del Silencio, me gusta la Sevilla de las tradiciones, me gusta sacar a mi perrita de paseo todas las noches y escuchar como, cada día, están los chavales de la Banda del Cristo de la Sangre al aire libre, ensayando por devoción y diversión. Me gusta Sevilla, la Sevilla de las tradiciones, mientras usted y su grupo político y sus jóvenes, a los que no faltaré al respeto no por falta de ganas, les digo, que me tenéis hasta las mismas narices. Señor Torrijos váyase de Sevilla, pero ya…

Foto: Francisco Santiago