X años de Arte Sacro. Un vacio que llenó Arte Sacro. Mariano Ruesga Osuna

Me siento un cofrade afortunado, a mis cuarenta y largos, he tenido la oportunidad de tocar muchos de los palos que cualquier sevillano amante de nuestras cofradías le gustaría.

Ser músico en nuestra ciudad, siendo fundador junto a mi padre José Ruesga, de la banda de cornetas y tambores del Juncal, hoy en día agrupación de la Redención, de la que también fui director durante varios años. Ser monaguillo, acolito, costalero, contraguía, capataz, miembro de Junta en distintos cargos, vestidor durante 25 años de mi Cautivo del Juncal, colaborar gráficamente con prensa y hermandades… qué más puedo pedir.

Llegó un dia que necesitaba parar, tomar aire, separarme de esa encrucijada que es el mundo cofrade y de todo lo que lo rodea. La verdad, es que me duró poco, muy poco, solo unos meses, notaba que me faltaba algo.

Un buen día, conocí (en un acto cofrade, como no podía der de otra manera) de manos de mi querida amiga Irene Gallardo, a Francisco Santiago, fue mi primer contacto con ese loco revolucionario de la información cofrade a través de internet, yo era un seguidor de la antigua Pasión Digital, cuando internet marchaba a paso de carreta y como bien dice mi querido Pepelu, teníamos que desconectar la línea del ordenador para poder hablar por teléfono. Ese mismo día, Paco, me propuso el colaborar con la web, enviándole reportajes gráficos, lo cual acepte encantado.

La fotografía siempre ha sido unos de mis aficiones, la cual me vino de manos de mi tío M. Ruesga Bono, al cabo de poco más de año y medio, (no se me olvidara la fecha del 18 de febrero del 2008) Paco me propuso que formara oficialmente parte del equipo, algo que después de conocer  a los integrantes de esta familia, evidentemente no pude rechazar.

Y digo bien al decir familia, porque eso es para mi Arte Sacro, una familia, Paco, Pepelu, Alberto, Dani, Montiel, Eduardo, Joaquín, Javi, Seba, Fran, y por supuesto sin olvidar a nuestras mujeres, y en especial a la mia y a mis hijos, ellas también son Arte Sacro.

Desde entonces, infinidad de anécdotas, de buenos ratos, de miles de fotos, de cambiar de cámara en tres ocasiones (a día de hoy, Irene me sigue diciendo si le he puesto el carrete a la cámara, jajajaja) de un trabajo de día a día, para que en ningún acto cofrade de nuestra ciudad, falte un miembro del equipo de Arte Sacro.

Solo puedo tener palabras de agradecimiento hacia ti, Paco, y hacia todos mis compañeros, por llenar ese vacío que un día tuve, y por ser partícipe de esta bendita locura que es ARTE SACRO

Felicidades Compañeros.