Santa Catalina: una suma de errores antiguos y modernos. Luis Sánchez-Moliní. Diario de Sevilla.
Las buenas intenciones y las declaraciones políticas no sirven para arreglar los graves problemas que sufre la iglesia de Santa Catalina. Desde que se cerró al público el 29 de mayo de 2004, han corrido ríos de tinta sobre este templo, actual paradigma (una vez restaurado el Salvador) de la precaria situación del patrimonio histórico de la ciudad. Sin embargo, más de cuatro años después de su clausura, y pese a los repetidos buenos gestos de las administraciones autonómica, eclesiástica y local, el templo mudéjar (construido en el siglo XIV sobre una antigua mezquita y declarado Monumento Nacional en la temprana fecha de 1912) sigue esperando una intervención que ponga fin a su ya no tan lenta decadencia.
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