Banda de las Cigarreras. III Ciclo de Conciertos Manolo Pardo. Hoy en San Antonio Abad

Arte Sacro. La Banda de Las Cigarreras presenta para esta Cuaresma 2015 ya cercana en el tiempo la tercera edición del ciclo de conciertos “Manolo Pardo… In Memoriam” que acercará la música procesional a tres nuevos templos de la ciudad de Sevilla.

Siguiendo la línea de los últimos años estos conciertos tendrán lugar en una iglesia de Triana, otra de barrio y otra del centro histórico de la ciudad, presentando en cada una de ellas un repertorio musical de marchas procesionales acordes con la idiosincrasia de cada lugar.

De este modo, los tres conciertos de 2015 serán los siguientes:

Salus Infirmorum

Bajo el nombre de “Salud de los Enfermos” tendrá lugar el primero de los conciertos del ciclo en la Parroquia de San Gonzalo y junto a la Hermandad de San Gonzalo, el 13 de febrero a las 21,15 horas.

Charitas

El lema de la Hermandad del Polígono San Pablo sirve como título de este segundo concierto del ciclo “Manolo Pardo… In Memoriam” que tendrá lugar en la Parroquia San Ignacio de Loyola el 13 de marzo también a las 21,15 horas.

Gloria Nazarenorum

San Antonio Abad, sede de la Primitiva Hermandad del Silencio será el escenario con que pongamos el broche de oro a esta edición de 2015. Bajo el título Gloria Nazarenorum, lema de la Hermandad, la Banda de Las Cigarreras ofrecerá sus sones el 20 de marzo a las 21,15 horas.

¿Quién es Manolo Pardo?

Manolo Pardo es quizás el primer responsable de que la Banda de Las Cigarreras hoy sea lo que es. Corría el año 1979 ya próximos a 1980, eran los inicios de una Banda de Las Cigarreras recién fundada que se reducía a unos jóvenes, niños en mayoría, intentando hacer sonar cornetas y tambores en el campo de la Feria de Abril. Manolo Pardo, que salía habitualmente a correr por esa zona se percató de la estampa y sin dudarlo un momento se puso a ayudar a estos niños sentando la base de lo que hoy es, la Banda de Las Cigarreras.

Con los conocimientos y la técnica de Manolo Pardo, la Banda se decantó finalmente por las composiciones de la Policía Armada (recordemos que en un principio Las Cigarreras interpretaba marchas tanto de Agrupación Musical como de Cornetas y Tambores) alejándose así del estilo de la Guardia Civil. Esta decisión vino propiciada por la sapiencia que Manolo Pardo tenía del genial Alberto Escámez. Sin embargo, decantarse por el género de Cornetas y Tambores no supuso la supresión total de los instrumentos de bajos, ya que Las Cigarreras mantuvo para tal fin la voz de trompetas, siendo desde su principio una de las señas de identidad de la formación.

Con el nuevo rumbo más claro, la Banda se dedicó en esos meses a preparar de oído el repertorio clásico habitual en las bandas de la época hasta que el bueno de Manolo Pardo se hizo con un conjunto de partituras provenientes del archivo de la Policía Armada.  Estas partituras pertenecían a composiciones que nunca llegaron a sonar hasta entonces, estando entre ellas la famosísima marcha “ La Soledad de San Pablo”, cuya primera interpretación conocida fue realizada por parte de la Banda de Las Cigarreras.

Sin duda fue un gran hito, pero la falta de conocimientos musicales de prácticamente la totalidad de los componentes unido al deseo de trabajar con marchas inéditas o de nueva composición hizo que la Banda tuviera que ayudarse de músicos como Bartolomé Gómez Meliá para continuar este proceso de aprendizaje mediante el cual, y gracias a ahínco de Manolo Pardo y Bartolomé Gómez, los primeros componentes reciben nociones básicas de solfeo para gestionar a corto plazo la dirección musical.

Desde aquella tarde de running que el destino le acercó a nuestra Banda hasta su prematuro fallecimiento, el Domingo de Resurrección de 1991, Manolo Pardo fue una persona fundamental en la Banda de Las Cigarreras, estando muy presente en todos los proyectos de la misma y siendo considerado por centenares de músicos lo que realmente fue tanto musical como humanamente: Nuestro “Maestro”.